¿Qué es Liderazgo
Colaborativo?
La interdependencia
de los actores de la cadena de valor y mayor participación de la sociedad
civil, grupos organizados y el gobierno; la era digital y mayor conexión
global; un consumidor más informado y cada vez más exigente en el mundo de los
negocios, están llevando al límite las habilidades del líder quien en palabras
de David D. Chrislip, debe estar tan
ocupado del proceso como del contenido y del ‘‘detrás de escena’’ como del
centro del escenario; siendo más insistente y convincente, pero no dominante.
El primer artículo
que hace referencia al término data del año 1994, cuando la profesora de
Harvard, Rosabeth Moss, escribe sobre la ventaja colaborativa que obtienen las
empresas del ‘‘arte de sus alianzas’’, yendo mucho más allá del retorno
financiero y reconociendo el potencial de las relaciones como un activo clave
para el negocio, incorporado los aspectos humanos para garantizar su éxito.
Este concepto se fue
fortaleciendo desde entonces con la aparición de los diferentes modelos de
negocios y formas de organización entre ellas: las cadenas globales de valor,
coaliciones, las alianzas público privada, la participación activa de la sociedad
civil en la resolución de problemas y necesidades de mercado, así como la
creación de las plataformas tecnológicas de colaboración. La colaboración es un
excelente mecanismo para conocer con mayor precisión al cliente, reducir
costos, acelerar escala, potenciar destrezas y ampliar influencia para generar
mejores resultados.
En palabras de David
Archer y Alex Cameron, autores del libro ‘‘Collaborative Leadership: Building
relation, handling conflict and sharing control’’ (2013), el liderazgo colaborativo es aquel que dirige y entrega resultados
considerando los límites y barreras funcionales y organizacionales. Los líderes
crean estrategias, construyen sistemas y alinean a las personas cruzando sus
propias barreras y las de su organización. Lo realizan de manera coordinada con
sus diferentes socios quienes, por lo general, están tratando de hacer lo
mismo, pero a su manera. Los líderes colaborativos saben obtener el máximo
valor de la cultura, la experiencia y habilidades de su equipo y las organizaciones
con que interactúan. Para lograrlo deben tener la capacidad de crear
relaciones, manejar el conflicto y compartir control.
Colaboración no es
sinónimo de consenso, ni tampoco la opción suave de hacer negocios. Requiere
que sus líderes tengan la ‘‘determinación
y capacidad de dejar de lado lo que sea necesario para lograr el objetivo,
alineando intereses, construyendo confianza y creando algo nuevo en conjunto’’.
Esto implica conversaciones difíciles y negociaciones duras en una mezcla de culturas,
convicciones y valores distintos, pero que vale la pena propiciar porque trae
como resultado el máximo valor para las partes.
Harvard también ha
examinado lo que significa ser un líder colaborativo y destaca cuatro
habilidades fuertes en ellos:
1. El papel de conector (la habilidad de conectar personas, ideas y
recursos que no ocurriría sin su intervención). Conectar ideas y personas
afuera de la organización con los elementos dentro de la empresa: este tipo de
líderes debe buscar una conexión global a través de diferentes modelos de
trabajo. Debe buscar unificar la labor de empleados, clientes, líderes de
opinión y sus pares en otras industrias para fortalecer la sabiduría
corporativa de su empresa. Es decir, debe desarrollar una red de contactos o
networking afuera de las zonas típicas, como clubes locales, asociaciones
industriales, etcétera, y aprovechar las herramientas tecnológicas que existen,
como LinkedIn.
2.
Aprovechan y atraen talento diverso
(mantienen el equipo fresco trayendo constantemente sangre nueva) los equipos
con miembros provenientes de diferentes extractos sociales suelen ser más
efectivos que los que se nutren con personas provenientes de una sola fuente.
El trabajo de un líder colaborativo es identificar el talento humano que puede
funcionar en diferentes contextos, razas, religiones, culturas y edades para
nutrir la visión de su empresa.
3. Modelan la colaboración desde la alta gerencia (midiéndolo desde el
más alto nivel y en efecto cascada hasta el resto de la compañía, integrando
desde lo estratégico hasta lo operativo)
Los empleados que ven que sus jefes están dispuestos a
trabajar con diferentes facciones del negocio suelen estar más dispuestos a
colaborar ellos mismos.
4. Muestran una mano fuerte para evitar que los equipos queden atrapados
eternamente en los debates (mucha colaboración podría tentarnos a entrar en
discusiones eternas, que no lleven a
ningún lado, el líder colaborativo sabe cuándo detener la conversación, tomar
decisiones para no entrar en un círculo vicioso).
Una de las claves que los especialistas ofrecen para evitar
las discusiones eternas entre diferentes facciones de una empresa es otorgar
derechos de decisión claros y responsabilidades en miembros de los equipos que
puedan dar una conclusión correcta a un debate.
Para Naciones Unidas,
el proceso en el cual se da el liderazgo colaborativo, las personas analizan
las diferencias de un modo constructivo; comparten recursos; intercambian
información y actividades; buscan soluciones creativas para los nuevos retos;
mejoran su capacidad de beneficiarse mutuamente y de luchar por propósitos
comunes compartiendo riesgos, recompensas y responsabilidades.
El liderazgo
colaborativo va más allá. Si nosotros solo vemos el liderazgo colaborativo
entre empresas, entre hombres o únicamente como una exitosa dinámica de equipo,
en realidad no entendimos nada al respecto. El verdadero liderazgo colaborativo
tiene por esencia y definición la equidad de género en su corazón. Según
estudio de MIT, la inteligencia colectiva es mayor cuando mayor es la
sensibilidad social del grupo y es menor cuando existe un líder dominante.
Los equipos con más mujeres obtuvieron
mayor sensibilidad social y como resultado mayor inteligencia colectiva.
Insight
La Neurociencia ha
comprobado porque naturalmente las mujeres tienen un estilo de liderazgo más
colaborativo. Un estudio realizado por la Phd. Camelia Ilie, Presienta del Centro
de Liderazgo Colaborativo y de la Mujer de Incae Business School señala que:
- La existencia de más neuronas en las áreas de lenguaje,
dan a las mujeres una mayor capacidad de comunicación.
- La presencia de zonas más grandes en el hipocampo
asociadas con las emociones y la memoria, le confieren también una capacidad
innata mayor para expresar emociones y desarrollar empatía.
- La presencia de menos circuitos neuronales en la amígdala,
zona del cerebro donde se activan respuestas ante el peligro y los
comportamientos agresivos, hacen a las mujeres menos propensas a la
confrontación’.
Pero esto no se trata
sólo de ellas, se trata de ambos. El liderazgo colaborativo busca maximizar el
valor que ambos, hombre y mujer, y en general todos los actores potencian en
las organizaciones. Como lo resalta la doctora Ilie, el liderazgo colaborativo:
‘‘Es
un imperativo para la competitividad de las empresas’’
Bibliografia
INCAE Business School.