domingo, 1 de octubre de 2017

¡Lidera En Positivo! (I)

¿Qué es un líder positivo?

Un liderazgo positivo es el que ejerce la mentoría y el coaching. Es decir, un líder que, además de ser jefe y ejercer esta responsabilidad, es ejemplo para su equipo por sus valores y capacidades.

Un líder positivo es una persona que demuestra su valía a todas horas. Ha de ser honesto, buscar en todo momento el bien común, lidiar con los problemas de forma ecuánime y justa, reconocer el buen trabajo de quienes están a su cargo, ser respetuoso con los demás, sean cuales fueren sus responsabilidades, y exigir a los demás de acuerdo a las capacidades de cada uno.

Es evidente que un liderazgo positivo bien ejercido es mucho más que ser un simple jefe. En consecuencia, las mejoras en cuanto a productividad son enormes pues, un líder positivo, es capaz de inspirar y motivar a sus colaboradores y en buena medida, sacar el máximo de cada uno de ellos en un ambiente laboral de concordia.

El Liderazgo Positivo es un modelo de dirección y desarrollo de personas que está compuesto por el líder inspirador y movilizador, imprescindible para marcar dirección, dar empuje e inyectar ilusión, y el manager que planifica, que organiza en la proximidad, que gestiona, resuelve y asesora. Que no solamente se preocupa por las cosas, sino que se ocupa por ellas. En el terreno, en proximidad, codo con codo con su propios colaboradores.

El Liderazgo Positivo está trufado de optimismo en todas las acciones que despliega, tanto en aquellas acciones dirigidas a su equipo, como en aquellas que dirige hacia arriba. Seguro que los jefes también agradecen que se les llegue, no solamente con problemas y dificultades, sino también con píldoras de positivismo, buen ánimo y mejor disposición.

El Liderazgo Positivo tiene un fuerte componente motivacional, entendiendo la motivación como la base del bienestar del ser humano, orientada permanentemente a la movilización de las personas, identificando qué es lo que les pone en marcha y ayudándolas a ello.

Y en tercer lugar, el Liderazgo Positivo es progreso, desarrollo, crecimiento. Está basado en la mejora continua, tanto profesional como personal. Liderazgo Positivo es estar convencido de que cuanto más ayudes a crecer a las personas que están contigo, más vas a crecer tú.

Cuando hablamos de Liderazgo Positivo no nos referimos ni al líder carismático, ni al líder importante. Sobre todo nos referimos al líder responsable, ya que cuando algunas personas importantes no se esmeran en ser responsables, sus acciones e influencia pueden ser catastróficas.

Cuando hablamos de Liderazgo Positivo no hablamos de poder, hablamos de autoridad. De autoridad Top Premium, autoridad concedida por el equipo. Cuando hablamos de Liderazgo Positivo no hablamos de mandar, hablamos de servir.

El Liderazgo Positivo no solamente es un modelo de liderazgo meramente teórico, que pretende convencerte de las excelencias de ser mejor persona y mejor jefe. Se trata de un modelo de liderazgo basado en la experiencia adquirida y en las expectativas mantenidas.

El modelo de Liderazgo Positivo va acompañado de herramientas que, una vez descubiertas y entrenadas, podremos aplicar en la gestión cotidiana con nuestros equipos, tanto para inyectarles energía cuando sea preciso, como para re-encuadrarles en sus responsabilidades y para pilotar en proximidad la ejecución de sus tareas, la mejora de su desempeño y el desarrollo de sus competencias.

El Liderazgo Positivo cuida nuestras acciones de manager desde tres vértices: la exigencia, el reconocimiento y la confianza.



Retos del liderazgo positivo

El liderazgo positivo se enfrenta a una serie de retos futuros que no deben ser considerados baladíes, pues pueden pasar factura más adelante. Veamos y analicemos los más importantes a continuación.

Tiempos difíciles

Cuando llegan los tiempos difíciles, el liderazgo positivo ha de dar el do de pecho para estar a la altura y demostrar que este estilo es mucho más productivo y eficaz que otras formas de ejercer influencia y control.

Aunque la situación económica actual puede parecer estable, y muchas empresas miran hacia el futuro con optimismo, no debemos olvidar que los tiempos de tranquilidad no han llegado todavía. De hecho, hasta se podría pensar que no existen, puesto que siempre hay retos y desafíos que superar.

No obstante, el clima político muestra cierta inestabilidad. Asimismo, persiste una sensación de crisis en el ambiente y la sociedad, especialmente para las clases trabajadoras.

Como es lógico, el difícil clima que se vive puede desestabilizar cualquier compañía, aun ejerciendo un liderazgo positivo adecuado. Es, por tanto, su misión, el establecer un ambiente de trabajo adecuado, productivo y eficiente, en el que el empleado se sienta útil, necesario, motivado y con la seguridad de que está haciendo lo correcto y en consecuencia, valorado por la dirección de la compañía.

No olvidemos que los rumores de despidos, los ambientes enrarecidos y el exceso de competencia y crispación no solo disminuyen el buen proceder de la empresa sino también hacen bajar los ratios de productividad y, por ende, los márgenes y beneficios

Exceso de competitividad

En el mercado laboral y empresarial actual la competitividad es brutal. Un mundo en el que dar un simple paso puede ser un ejercicio realmente complejo. Por tanto, el liderazgo positivo puede ser una apropiada respuesta a ello y estar a la altura de la circunstancias.

Es muy importante saber superar la enorme presión que supone estar a la vanguardia de las empresas y tener proyectos competitivos que busquen adelantarnos en todo momento. De hecho, ser superado puede provocar un gran malestar en el seno de la empresa, y no siempre es fácil mantener los preceptos de liderazgo positivo.

Hoy en día, las empresas pugnan con dureza por avanzar un simple milímetro. No es fácil destacar, y con cada novedad que aparece en el mercado, el plagio, las copias y productos similares aparecen por doquier.

Ser capaz de afrontar un mercado tan complejo, competitivo y saturado es muy difícil. Por lo tanto, es misión del directivo que ejerce un liderazgo positivo no perder la calma, mantener la paciencia y perseverar en el buen ambiente, puesto que, en el corto, medio y largo plazo, esta forma de liderazgo siempre acaba aportando beneficios.

Mercado laboral saturado

De la misma forma que la competencia es feroz, también resulta complejo ser capaz de navegar en un mercado laboral cada día más saturado y difícil. En este sentido, el liderazgo positivo tiene especial misión en los departamentos de recursos humanos, ya que no es sencillo encontrar la aguja en el pajar de la enorme oferta y demanda actual.

Vivimos en un mundo en el que la información afora por doquier y con más fuerza y poder que nunca. Esto quiere decir que cualquier empresa que desee cubrir una plaza vacante recibirá un número ingente de propuestas, puesto que la noticia correrá como la pólvora. A ello debemos unir la progresiva globalización y la mayor capacidad de los profesionales para desplazarse y alejarse de su entorno habitual.

Por si esto fuese poco, también los profesionales están cada día más y mejor formados. Cuidan mucho su empleabilidad y se preocupan de ser competitivos, lo que exige decisiones más complejas.

Es, por tanto, misión del liderazgo positivo encontrar al profesional adecuado que no provoque conflictos, malentendidos y mal ambiente en un equipo que ya funciona bien. Es decir, que el departamento de recursos humanos ha de seleccionar con sapiencia a la persona idónea para completar el grupo sin que esto entorpezca la buena marcha de la compañía.

Así pues, el liderazgo positivo debe preocuparse de que el nuevo miembro del equipo, se haya incorporado por promoción interna o proceda del mercado laboral, se adapte lo antes posible a la cadena de trabajo, sin provocar que se resienta la competitividad empresarial.

Podemos comprobar que los retos y desafíos futuros del liderazgo positivo son complejos de resolver, por lo que es importante que las compañías y profesionales sean conscientes de ello y estén preparados para afrontarlos de forma correcta y efectiva.



Insight

¡Nada es por casualidad! Cada efecto tiene al menos una causa, todo sucede por una razón. El éxito no es accidental; el fracaso tampoco.


Bibliografia

Carlos Capaces, Director de Human Talent
Escuela Europea De Management