jueves, 1 de septiembre de 2022

¡Lidera Tu Liderazgo Efectivo! (XII)

 


Cuando hablamos de liderazgo en las organizaciones con frecuencia nos centramos más en las “formas” que en el “contenido” … se ha hecho tradicionalmente mucho énfasis en el desarrollo de líderes, pero quizás no hemos puesto el mismo énfasis en el desarrollo de la persona que sostiene a ese líder.

Necesitamos líderes que sean capaces de lograr esos sublimes objetivos y para ello es fundamental asumir que el éxito de las organizaciones se basará en gran medida en cómo sus líderes entiendan y asuman su propósito personal como líderes.

El propósito de un líder es lograr el compromiso de los otros para que aporten su máxima energía en la creación de valor y éxito (Wilson Learning).

Esta definición, aparentemente simple, engloba tres aspectos fundamentales de su desempeño diario:

Lograr el compromiso de los otros – no basta solo con dirigir, el líder necesita inspirar y reforzar los talentos de su gente hacia una excitante visión compartida

* Conseguir su máximo nivel de energía – se trata de generar las condiciones que permitan a su gente dar el máximo en creatividad, capacidad y conocimiento, haciendo que ellos dispongan de los recursos necesarios para su desarrollo y crecimiento profesional.

Crear valor y éxito – para sobrevivir y crecer es necesario que cada jugador de la organización perciba que recibe valor de la organización, lo que se consigue haciendo que cada parte ponga foco en la creación de dicho valor.

Para que nuestros líderes logren este propósito necesitan lograr un equilibrio perfecto entre la “esencia” y la “forma “.

1.     La esencia: las cualidades que otorgan al líder su identidad (carácter) = el SER

2.   La forma: lo que el líder dice y hace (estrategia) = el HACER

Esto encaja perfectamente con una simple, pero segura, fórmula para alcanzar el éxito

SER X HACER = TENER (éxito, resultados)

Ya hemos mencionado que en el equilibrio está la virtud… pero veamos antes que pasa cuando nos inclinamos hacia cualquiera de los 2 lados:

1.     Hacer por encima del Ser = un tipo de líder que consigue eficiencia en sus acciones, pero no genera pasión ni compromiso. Parece esperar mucho de los demás, pero no demasiado de sí mismo

2.   Ser por encima del Hacer = un tipo de líder que genera mucha confianza y compromiso en los demás pero muestra una falta de capacidad de concentrar ese compromiso en una dirección concreta (les falta competencia).

Si queremos desarrollar un Liderazgo Efectivo ambos aspectos (ser y hacer/ esencia y forma) son fundamentales.

Empecemos entonces por centrarnos en el SER, en la esencia del líder. Esto nos lleva directamente al concepto de autoconocimiento, de una elección clara para desarrollar un alto nivel de autoconciencia que toma como punto de partida los valores y principios básicos de la persona, lo que les lleva directamente a cuestionarse qué tipo de liderazgo quieren desarrollar por delante de los planteamientos de poder que su posición pueda o no otorgarles.

¿Que comprende esa esencia?… básicamente es un triángulo mágico basado en tres pilares:

1. Valores

2. Características personales

3. Claridad de propósito

Y se expresa a través de una evidente consistencia en sus comportamientos, es decir, una alineación perfecta entre sus acciones y sus palabras.

¿Te has encontrado alguna vez con un líder de este tipo?… Recuerda… es ese líder que demuestra un interés real en ti como persona, que te apoya y conduce en tu crecimiento profesional y que siempre parece tomar sus decisiones con una claridad sorprendente en sus para qués (su propósito). Es ese tipo de persona con la que quieres colaborar, con la que quieres dar lo mejor de ti para alcanzar las más altas cotas de energía y desempeño.

De acuerdo al modelo de liderazgo propuesto por Wilson Learning esta esencia es lo que ellos llaman Carácter y han identificado 16 factores de carácter que clasifican en 3 tipos de carácter:

1. Carácter Personal – el carácter que les permite mantenerse firmes y resolutivos cuando se enfrentan situaciones de adversidad

2. Carácter Social – mostrar respeto y compasión hacia los otros y valorar las diferencias individuales

3. Carácter Organizacional – la predisposición para poner las necesidades de la organización y de sus clientes por delante de las propias necesidades.

La cuestión es que cuando hablamos de esta vertiente del líder generalmente también hablamos del aspecto menos tangible de su liderazgo y, sin embargo, no se puede desarrollar al líder si no se desarrolla la persona. El reto es que, generalmente esta vertiente del líder se trabaja menos en las organizaciones, dando prioridad al aprendizaje de las habilidades más tangibles.

Si queremos desarrollar lideres con esencia, necesitamos un tipo de líder que:

1.     reconozca su sistema de valores

2.   incremente su nivel de autoconciencia

3.   experimente el impacto de su carácter en su vida y en la de los otros

4.   rompa con patrones tradicionales de pensamiento sobre el liderazgo

La buena noticia es que con una adecuada combinación de experiencias, apoyo, aprendizaje y coaching se pueden crear los espacios de reflexión necesarios para desarrollar este “carácter”.

Vamos entonces ahora a por la otra parte del equilibrio: el Hacer del Líder (la Forma). Ya hemos comentado que el Carácter es condición necesaria pero no suficiente para un liderazgo efectivo. Se necesitan añadir las competencias y habilidades necesarias para producir resultados tangibles.

De nuevo de acuerdo al modelo de Wilson Learning, las habilidades para desarrollar un liderazgo efectivo se pueden clasificar en 4 roles básicos que todo líder debe conocer y desarrollar de acuerdo a su nivel en la organización y las situaciones concretas a las que se enfrenta:

1. Visionario – guía el crecimiento organizacional e individual creando una visión compartida.

2. Táctico – si el líder visionario se ocupa del “que”, el táctico se ocupa del “como”. El rol táctico se centra en una adecuada gestión de tareas y responsabilidades.

3. Facilitador – este rol centra sus responsabilidades en generar un ambiente de colaboración y de relaciones para garantizar relaciones de trabajo adecuadas. Crea entornos donde la gente se siente valorada y es consciente de cuál es su contribución al éxito de la organización.

4. Contribuidor – en este rol el líder aporta su granito de arena al éxito de la organización a través de sus talentos personales (especialmente creatividad, solución de problemas y toma de decisiones estratégicas).


Insight

Obviamente el gran reto del líder efectivo es saber manejarse entre estos 4 roles de la forma más adecuada en función de situaciones y de su nivel directivo en la organización.

En definitiva, tanto la Esencia como la Forma (el Ser y el Hacer) pueden entrenarse y desarrollarse, si bien es cierto que los lideres con un alto nivel de auto conciencia y un claro sentido de su propósito, son siempre aquellos capaces de generar la estabilidad, los valores y la consistencia de propósito que se necesitan para mantener a su gente enfocada en la consecución de resultados con un alto nivel de compromiso.

 

Bibliografía

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