miércoles, 1 de diciembre de 2021

¡Lidera Tu Liderazgo Efectivo! (III)

 



¿Qué es lo que vuelve a una empresa exitosa?

Aunque las respuestas son diversas, muchos opinan que las habilidades gerenciales y un liderazgo efectivo, son esenciales

Alguien con buenas cualidades cómo comunicación y determinación puede llevar a tu equipo por el camino correcto, pero ¿cuáles otras cualidades podrías agregar a la lista?…

Si quieres llevar a tu empresa al siguiente nivel, debes iniciar por tener tus objetivos bien definidos y marcar el recorrido que tendrás que seguir para cumplirlos.

Sí, tener liderazgo implica trabajar duro y tener determinación, además existe una gran cantidad de tareas que deberás aprender y trabajar siempre en ellas.

Antes de conocer más de estas cualidades, nos enfoquemos primero en conocer más sobre liderazgo.


¿Qué es el liderazgo?

El liderazgo es la habilidad de una persona para influenciar y unir a un grupo, para lograr un objetivo común, en una relación de confianza mutua.

El liderazgo es esencial en tiempos de transformación de la empresa, sin embargo, es necesario entender primero cuáles son las cualidades de un buen líder cuando está en el proceso de transformación. Aquí algunas de ellas: 

·         Desarrollar la creatividad.

·         Habilidad de reinventarse a sí mismo y ejecutar nuevas ideas.

·         Tener un proceso de pensamiento innovador.  

·         Poseer la sabiduría para leer la realidad.   

·         Ser persistente y trabajador.

·         Mantenerse enfocado en las metas y objetivos a alcanzar.    

·         Ser humilde, educado, y tener ideas claras.

·         Compartir el conocimiento con los demás.

·         Ser cooperativo, terco, pero no impulsivo.

 

El liderazgo innovador es una de las cualidades que nunca puede faltar dentro de una organización. Aporta siempre nuevas ideas que no sólo ayudarán a los clientes a conseguir lo mejor y dejarán una huella imborrable en ellos, sino también motivará a los empleados a rendir al máximo y ser más productivos.

¿Cuáles son las cualidades para un liderazgo efectivo?

La mayoría de los líderes están fallando en desarrollar un sentido de lealtad y confianza en sus empleados. Pero ese no tiene que ser el caso si se trabaja en fomentar ciertas cualidades y habilidades, tanto dentro como fuera de la organización.

Los gerentes que proyectan grandes habilidades de liderazgo inspiran a su equipo a lograr más cosas de las que se les piden. Así que entrena a tu equipo para convertirlos en líderes y no sólo jefes. 


¿Cómo ser un buen líder? 

Aquí te compartimos 10 cualidades para un liderazgo efectivo que debes fomentar dentro de tu organización para obtener mejores resultados dentro y fuera de tu organización:

1. Entusiasmo

Los empleados son muy inteligentes, entienden cuando hay falsos animadores y cuando un líder se entusiasma sinceramente, sin duda contagia a los demás.

El entusiasmo no es sólo para motivar a los empleados, sino también para impulsar la misión como organización, pues servirá para enfocarse a cumplir con lo establecido.

2. Honestidad e integridad 

Otra de las cualidades para un liderazgo efectivo es la honestidad e integridad.

Hacer lo correcto incluso cuando nadie está mirando es ser una persona íntegra. Sé honesto con tu fuerza laboral, promueve el feedback, y da crédito al trabajo realizado.

Los grandes líderes exhiben integridad y honestidad en todo momento. Hacen lo que es correcto, aunque tengan que hacer ciertos sacrificios por ello. 

Cuando los empleados ven que los líderes carecen de integridad, es imposible que puedan confiar en ellos. 

3. Excelentes habilidades de comunicación 

Los líderes deben inspirar, ya que esto es más fuerte que la motivación. Esto ayuda a imponer disciplina y anima a la gente a asumir sus responsabilidades.

Todo esto no se puede hacer si el líder carece de habilidades de comunicación para que se pueda dar a entender. La falta de capacidad de comunicación puede conducir a un rendimiento deficiente. 

Los líderes que no pueden desarrollar esta habilidad, generalmente no logran conceptualizar sus ideas. No olvides también que la escucha constante es parte vital de todo proceso de comunicación.

4. Transparencia

Otra de las cualidades para un liderazgo efectivo es no dejar que los rumores se propaguen, y para ello la transparencia es clave. Los verdaderos líderes son abiertos y adoptan soluciones y no problemas. 

El liderazgo efectivo implica ayudar al empleado a canalizar su energía para encontrar una solución. Seguramente si tienes una empresa enfocada al cliente, sabrás que tus empleados de repente se frustran, lo que puede ocasionar que ofrezcan una mala experiencia.

La transparencia también es factor esencial en la retroalimentación del cliente. Una vez que obtengas el feedback que necesitas de tu audiencia, es vital que los compartas con los empleados, informarles sobre lo que opinan los clientes del servicio o producto que brinda, y corregir lo que está mal para cumplir con la satisfacción del cliente.

5. Inteligencia emocional

Para tener un liderazgo efectivo también necesitas actuar racionalmente, sobre todo durante situaciones de crisis. En pocas palabras cargar a la empresa sobre los hombros. 

Haz un esfuerzo consciente y entiende la razón por la que las personas se comportan como lo hacen. Siempre confían en los hechos y datos más que en los rumores, estos te darán las bases para actuar y mejorará tu inteligencia emocional. 

Esta es una de las cualidades que hará que puedas responder en todo momento y a cualquier situación que se te presente. 

6. Pasión 

Si necesitas sobresalir en algo, tienes que ser un apasionado, esto es esencial para un liderazgo efectivo. Si un líder no transmite su pasión a los demás, entonces no habrá pasión dentro y fuera de la organización. 

El compromiso de los empleados es el ingrediente secreto para el éxito de cualquier organización. Cuando disminuye, la productividad se viene abajo y comienzan las dificultades para alcanzar los resultados esperados. 

Cuando reconozcas esto en tus empleados no sólo tienes que mostrarles esa pasión sino también levantarles el ánimo.

7. Empatía

La empatía te cambia como ser humano. Te ayuda a entender lo que es importante para otras personas y actuar.

Una organización es un lugar donde muchos seres humanos interactúan estrechamente entre sí. Dependen unos de otros para diversas actividades relacionadas con el trabajo y la comunicación. 

Un líder tiene que supervisar a todos en la organización, y todos ellos son personas muy diferentes. Si hay una falta de empatía, hay una grave falta de comprensión y eso es malo para tu negocio. 

8. Tener mente abierta 

Otra de las cualidades para un liderazgo efectivo es predicar con el ejemplo. Los líderes necesitan tener una mente abierta, no puedes mostrar o discriminar a nadie que trabaje contigo o para ti. 

Te vas a encontrar en situaciones donde tu fuerza laboral querrá expresarse, dar su retroalimentación sobre lo que está yendo bien y lo que no está funcionando en la organización. 

Puedes hacer uso de encuestas de clima laboral para fomentar la retroalimentación de empleados, pero necesitas mantener una mente abierta para aceptar positivamente el feedback.

Y es que puedes obtener comentarios positivos y negativos, por eso es importante no tomar represalias por el feedback recibido y generar accionables derivados de esta retroalimentación.

Para motivar a tus empleados y promover la retención del personal, la escucha activa es insuperable, no temas escuchar algo que no quieres, al contrario, esto es indispensable para mejorar cualquier proceso interno.

9.- Saber delegar 

La confianza, cuando es mutua, puede superar cualquier cosa. Un equipo capaz de confiar en cada miembro será más eficiente y mucho más productivo.

Pon el ejemplo y alienta siempre a tus empleados a tomar la iniciativa y a ser más autónomos. El delegar tareas es fundamental. Si involucras a tus empleados en proyectos y los haces responsables, fomentas al mismo tiempo su entusiasmo y compromiso con la empresa. 

10.- Organización

La organización es básica, te encontrarás realizando un sinfín de tareas, por lo que debes ser organizado y tener definidos parámetros y hacer proyecciones a mediano y largo plazo.

Por consiguiente, no se trata de gestionar sólo las tareas cotidianas, sino de tener en cuenta todos los factores que intervienen en la ejecución de los proyectos, como la gestión del tiempo, los aspectos financieros y la planificación.

No temas apoyarte en tu equipo de trabajo, has trabajado para formar una base sólida que te ayudará a sacar el trabajo adelante.


Insight

¡Practica el liderazgo efectivo!

El convertirse en un excelente líder implica un aprendizaje diario, permanente, y trabajar para hacer crecer estas cualidades para ser exitoso. 

Por lo tanto, trabaja en las cualidades mencionadas y foméntalas en los integrantes de tu fuerza laboral, comienza con tu equipo más cercano.

Ciertamente, tarde o temprano, obtendrás resultados excepcionales que te ayudarán a todos.

Ten siempre presente que tu capacidad para hacer que la gente trabaje de manera efectiva debe llevar la sinergia del grupo hacia el logro de un objetivo común y cumplimiento de metas.

 

Bibliografía

Mariano Cabrera


lunes, 1 de noviembre de 2021

¡Lidera Tu Liderazgo Efectivo! (II)

 




¿Cómo garantizar un liderazgo efectivo en tu organización?

 

El liderazgo es la clave para la construcción de una cultura organizacional sólida y productiva en la que tantos los líderes como sus colaboradores puedan desarrollar todo su potencial y aportar lo mejor de su trabajo a la compañía para que todos puedan alcanzar los objetivos esperados en conjunto.

Aunque se ha escrito mucho acerca de la importancia de la participación de los colaboradores, el aumento de la productividad, la satisfacción y la mejora en las tasas de retención, hay un aspecto muy importante que no siempre se tiene en cuenta en las estrategias de los departamentos de recursos humanos:

“lograr que los colaboradores entiendan la importancia de su trabajo y se involucren activamente en la ejecución de la estrategia organizacional”.

Cuando el trabajo se vuelve repetitivo desgastante, inevitablemente se empieza a crear una desconexión entre lo que el colaborador hace a diario y la razón por la que lo está haciendo.

Según una investigación de McKinsey, los jefes que ejercen un liderazgo que es capaz de conectar las tareas diarias de sus colaboradores con el plan global de la compañía logran una mayor productividad en sus equipos y dan un significado real a su trabajo.

Aunque esto no va a suceder de un día para otro, es necesario empezar con pequeñas, pero significativas acciones para que sus colaboradores comprendan la importancia del esfuerzo que hacen a diario y entiendan el propósito con el que lo hacen.

Por ello, reseñar 3 medidas para garantizar que los equipos de la compañía sigan su liderazgo con convicción, lealtad y motivación. Veamos:


1.    Explicar la importancia de la estrategia

La estrategia organizacional es la hoja de ruta de todas las compañías. Esta incluye la organización de los equipos de trabajo, recursos tecnológicos y presupuestos, además de todos los proyectos, acciones, funciones y tareas que se deben ejecutar en un determinado periodo de tiempo para alcanzar los objetivos planeados.

Una forma efectiva de garantizar la confianza en el liderazgo de la compañía es explicar con claridad y sencillez a los empleados los componentes de la estrategia de negocio elegida, las principales líneas de trabajo, las acciones tácticas definidas para ejecutarla y los logros, tanto globales como individuales, que se esperan alcanzar con dicha planificación.

 

2.  Involucrar al equipo en la toma de decisiones

Nada más efectivo para mejorar la confianza en el liderazgo de la compañía y la satisfacción con el trabajo de sus colaboradores como darles un papel importante en el campo de juego.

Cuando se incluye a los empleados en el proceso de toma de decisiones desde el principio de los proyectos, no solamente aprenden a mejorar sus procesos, sino que empiezan a generar nuevas ideas y aportar al desarrollo  de la organización.

La toma unilateral de decisiones no es el mejor camino para fortalecer el liderazgo en una empresa. Siempre es recomendable tener en cuenta los aportes, planteamientos y diversidad de perspectivas de todos los miembros de la compañía.

Cuando el equipo crece demasiado, se puede crear un grupo de 8 o 10 colaboradores de alto desempeño y proyección para ofrecer ideas y mantener alineados con la estrategia a todos sus compañeros.

 

3.  Identificar las fortalezas de cada colaborador

Un liderazgo que sepa manejar correctamente la división del trabajo es clave para crear un equipo efectivo, y es igualmente importante para los colaboradores asumir roles que correspondan a sus fortalezas.

La organización debe identificar claramente las competencias y habilidades mejor desarrolladas de cada uno de sus empleados para delegarles las funciones y tareas adecuadas a su perfil. Así se ahorrará tiempo y se optimizará la productividad de los equipos.

El compromiso de los líderes con su trabajo debe empezar por seleccionar a los mejores candidatos para conformar sus equipos, entender cuáles son los roles en los que se sienten más cómodos y finalmente basarse en sus mejores habilidades, tanto duras como blandas, para ubicarlos en el sitio que les corresponda.

 

Insight

De la misma forma en que las personas confían en un GPS para ubicarse y no perderse cuando llegan a un lugar que no conocen, sus colaboradores necesitan tener clara la dirección a la que los está llevando la estrategia de la compañía y tener a su disposición la información necesaria para entender cómo llegar allí.

Un liderazgo capaz de proporcionar estos elementos y ayudar a sus equipos a entender el propósito y el valor de su trabajo es el más adecuado para completar los procesos sin mayores contratiempos, con entusiasmo y mejorando la productividad y satisfacción de todos los involucrados.

 

Bibliografía

Acsendo



viernes, 1 de octubre de 2021

¡Lidera Tu Liderazgo Efectivo! (I)

 



¿Cómo generar un liderazgo efectivo?

Tomar distancia y generar juicios de credibilidad y confianza son algunas de las técnicas que deben ejercer los jefes hoy en día para poder ejercer el liderazgo en sus equipos.

A continuación, conoce mejor estas características.

Ejercer liderazgo implica buscar nuevas soluciones a los desafíos adaptativos. Pero, ¿es posible encontrarlas observando desde el mismo lugar en que siempre nos hemos situado? El jefe o gerente que desee ejercer un liderazgo efectivo deberá tomar perspectiva para observar desde una visión general la situación, y también a sí mismo.

En este sentido, liderazgo también es querer observar desde una perspectiva más amplia, que permita visualizar alternativas que antes eran imposibles de ver. Para ejemplificar esto podemos usar la expresión "subirse al balcón", que es como subir a un árbol para mirar más allá que lo que se ve desde tierra firme. Es lo que algunos llaman: “The Big Picture”.

Desde este balcón, se podría ver en qué está la gente, qué grupos se están formando, quiénes tratan de buscar solos un camino, etc. Adquirir perspectiva, o subirse al balcón, es tener un panorama más claro de la situación actual.

Ahora, quien ejerce liderazgo no solo debe quedar con la visión general del "balcón", sino que luego de haber visto con perspectiva la situación, ha de bajar a la acción e intentar aplicar las medidas que lleven a realizar los cambios adecuados, para obtener los resultados esperados.



Credibilidad y Confianza

Como hemos visto, en la mayoría de las situaciones de incertidumbre el mero cargo formal de autoridad no basta para movilizar a las personas y ejercer un liderazgo efectivo, sino que además, se requiere de autoridad Informal, aquella donde la coherencia y credibilidad del “Jefe” se pone en juicio.

Entre más credibilidad posea el Jefe, y mientras más coherencia vean sus colaboradores respecto de sus palabras, actos y forma de ser, más posibilidades de éxito tendrá cuando deba llevar a sus equipos a enfrentar problemas difíciles. Y por el contrario, a menor credibilidad ante las dificultades, su puesto será el primero en estar en tela de juicio, pues sus colaboradores, ante ese tipo de situaciones, verán una gran oportunidad de culparle por los problemas.

Con credibilidad, el Jefe tendrá más autoridad informal, y por ende formal, para devolver las tareas, para que la gente se mueva hacia el cambio y para que estén dispuestos a cambiar sus hábitos, conductas y comportamientos.

De esta misma forma, para generar credibilidad se necesita confianza. La confianza es el juicio que simplemente permite discernir si puedo confiar en algo o no, solo que lo hacemos de forma inconsciente, por eso es que a simple vista la confianza pareciera ser algo un tanto “etérea”. Sin embargo, no es así. La confianza es algo concreto y que involucra a toda persona (más allá de su posición de jefe o líder).

Para poder discernir si algo o alguien es confiable o no, hay tres juicios subyacentes que generan confianza:

-La sinceridad: juicio que mide qué tan sincero es alguien, un equipo o una organización de hacer lo que se compromete a hacer.

-Las competencias: juzga si la persona, equipo u organización tiene las competencias, conocimientos y habilidades necesarias para cumplir los compromisos que adquiere.

-La confiabilidad: tiene que ver con el historial de cumplimiento de los compromisos de una persona, equipo u organización. En la medida que un Jefe tenga buen historial de cumplimiento de sus compromisos y promesas, más juzgarán sus equipos que él es digno de confiarse, pues “cumple lo que promete”. Y de la misma manera, el Jefe puede juzgar si los miembros de su equipo, o el equipo mismo, son dignos de su confianza.


7 claves para un liderazgo efectivo

Ser un líder efectivo no es tarea fácil. Sin embargo las habilidades necesarias para lograrlo pueden ser aprendidas. Aquí algunos tips para lograrlo. 

Obviamente, la forma tradicional de capacitarse es mediante el estudio académico, que permite a los líderes una mejor comprensión de los componentes del negocio.

Sin embargo, para ser un líder verdaderamente efectivo, se necesita ser proactivo y desarrollar estratégicamente el poder de influencia dentro de la organización. 

 

Hay 7 claves para tener éxito en el liderazgo efectivo:

1. Honestidad
Si quieres ser un líder respetado la clave es la honestidad; la ética. Tanto la empresa como sus empleados son un reflejo de tu liderazgo: si tu conducta es honesta y ética, el equipo seguirá tus parámetros.


2. Confianza
Otra de las claves de una organización eficiente es aprender a confiar tu visión e ideas a tu equipo. Al delegar tareas a las personas adecuadas, no solo demuestras confianza en ellas, sino que creas más tiempo para ocuparte de otras tareas.


3. Comunicación
Aspecto fundamental para cualquier líder (o persona). Debe expresar en forma clara, coherente y concisa, lo que quiere y necesita. Una Buena comunicación con el equipo fomenta la confianza, motiva y hace que se trabaje mejor. También crea un buen clima laboral, lo que aumenta la productividad.


4. Seguridad
Para ser un líder efectivo es importante mantener una actitud de seguridad y calma. El equipo necesitará reafirmación ante cualquier desafío u obstáculo y recurrirá a ti para inspiración. Debes mantener la compostura, mostrarte seguro y no perder de vista el panorama completo hasta llegar al objetivo.


5. Compromiso
Al demostrar compromiso tanto con tu rol de líder como con la organización, ganarás el respeto de tu equipo y recibirás a cambio, el mismo grado de compromiso que demuestras.


6. Creatividad
Como líder es fundamental que puedas “pensar fuera de la caja” y analices todas las opciones antes de tomar una decisión. Debes tener en cuenta todas las posibilidades y corroborarlas con tu equipo, para que se sienta partícipe. Muchas veces, las mejores ideas, provienen de la creatividad de un miembro inesperado del grupo.


7. Enfoque
Para optimizer tu efectividad como líder deberás adaptar tu enfoque a cada persona con la que te relacionas. Es decir, dependiendo de la situación y la persona con la que debes tartar , es conveniente que tengas un enfoque personalizado en cuanto a lenguaje, actitud y perspectivas.

 

Insight

Todo líder aspira a la grandeza pero no todos la alcanzan. Siguiendo estos consejos, el camino hacia un liderazgo efectivo es posible.

Bibliografía

Eclass.

Lee Hecht Harrison.

 


miércoles, 1 de septiembre de 2021

¡Lidera Tu Liderazgo Resiliente! (IX)

 



Cómo trabajar la resiliencia (o por qué no has de tener miedo al fracaso)

La capacidad de afrontar situaciones adversas, llegando incluso a empoderarse con ellas, es una de las habilidades más demandadas en el actual mercado laboral.

Para alcanzar el éxito, es necesario haber superado ciertos momentos de frustración: ambos van de la mano y uno no puede existir sin el otro.

Para Karen Rinaldi, editora y autora de 'Hazlo fatal, pero hazlo igualmente', "ser capaces de aceptar e incluso cultivar aquello que hacemos mal puede ser transformador".

Bien lo sabe esta periodista, que antes de fundar el sello editorial HarperWave en HarperCollins y llevar incluso una de sus novelas al cine, intentó dedicarse a varios deportes con poca suerte y menos pericia. ¿Cómo superar entonces las piedras en el camino y volver a levantarse?

La respuesta reside en la capacidad y estilo para afrontar situaciones adversas, más conocida como resiliencia.

"Ninguna herida es un destino", explica el neurólogo y psiquiatra Boris Cyrulnik sobre esta capacidad, que él define como "el arte de metamorfosear el dolor para dotarlo de sentido, la capacidad de sentirse feliz incluso con heridas en el alma". Es, por tanto, una habilidad que entra dentro del paquete de las denominadas 'soft skills' o habilidades blandas, que cada vez valoran más los departamentos de Recursos Humanos.

Resiliencia en el entorno laboral

El lugar de trabajo presenta una gama de diferentes situaciones que pueden llevar a la frustración y al fracaso, y, por ende, a forjar las habilidades para superarlos. Durante 12 años, S. Maddi y D. Khoshaba estudiaron a los empleados de una gran empresa de telecomunicaciones de EEUU que estaba en pleno proceso de desregulación, en un ambiente de constante cambio y con puestos de trabajo en juego.

En este tiempo, casi el 50% de los empleados fracasaron porque perdieron su trabajo y dos tercios más experimentaron eventos estresantes significativos: divorcio, depresión y ansiedad o ataques cardíacos.

A pesar de esto, los trabajadores que mantuvieron sus puestos subieron a la cima, y los que perdieron iniciaron sus propios negocios o consiguieron empleos "estratégicamente importantes" en otras empresas.

Tomando como ejemplo el informe estadounidense, las personas capaces de superar los episodios de fracaso fueron los resilientes, puesto que construyeron conexiones y relaciones sólidas con los demás. Escucharon y respondieron a sus compañeros; trabajaron en equipo por un beneficio mutuo; generaron un clima de confianza; supieron gestionar el estrés; percibieron su trabajo como positivo, y resultaron flexibles ante los cambios y las novedades. Estas actitudes se resumen en tres, según Maddi & Khoshaba: compromiso, control y desafío.

Si vienen cambios o dificultades, los equipos resilientes creerán que es mejor mantenerse involucrados con las personas y los eventos que los rodean (compromiso) en lugar de retirarse, para seguir tratando de influir en los resultados (control), e intentarán descubrir cómo se puede crecer a través del estrés (desafío).

Según un estudio de la psicóloga Debra Jackson, el estrés por los fracasos y frustraciones laborales puede minimizarse, gracias a la práctica de 'mindfullnes' o atención plena; hacer ejercicios de agilidad mental y descansos periódicos; desarrollar la inteligencia emocional, o guardar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida.

La pandemia ha demostrado con creces que solo los más flexibles, proactivos y resilientes son capaces de superar los fracasos.

¿Cómo contagiar la resiliencia a los trabajadores de una empresa? La respuesta, según Raquel Davó, profesora de ESIC y 'coach' ejecutiva de Alta Dirección, está basada en tres aspectos:

"En primer lugar, conectando el propósito de la compañía con la motivación e inspiración de cada persona. Cuando somos conscientes de que trabajamos alineando nuestros valores con una causa noble, activamos y focalizamos nuestra energía hacia la consecución de este objetivo que nos trasciende y nos hace sentir imparables.

En segundo lugar, fomentando entornos de bienestar, manteniendo conversaciones honestas, cuidando de nuestra salud emocional, así como unos de otros desde la generosidad y la humanidad.

Y, por último, poniendo en valor el talento, fomentando la autonomía y la capacidad de toma de decisiones, consiguiendo un equilibro entre libertad y responsabilidad.

Es fundamental facilitar el desarrollo de nuestra inteligencia emocional para poder disponer de las herramientas que nos ayudarán a gestionar de forma óptima las emociones desde las que indudablemente respondemos ante situaciones difíciles".

Cuando hablamos de resiliencia, se suele utilizar la metáfora del junco, que se dobla ante el viento, pero no se rompe. El junco es capaz de adoptar una forma muy diferente a la original en momentos de estrés, donde un fuerte viento amenaza con romperlo.

Se dobla extremadamente pero no se rompe, y cuando el viento desaparece, el junco vuelve a su forma original.

Sin embargo, algo más duro pero rígido como la rama de un árbol sí es fácilmente arrancada por un temporal de viento, porque le falta la flexibilidad.

La resiliencia tiene que ver, por tanto, con la capacidad de adaptación a las circunstancias cambiantes del entorno, y concretamente a las circunstancias estresantes o amenazantes.

La rigidez o falta de flexibilidad en un mundo incierto y en constante cambio puede ser una debilidad que nos haga sentirnos sobrepasados emocionalmente ante situaciones angustiosas, de alta incertidumbre o estrés. Como sabemos, la vida y el trabajo son estresantes, nos ponen a prueba constantemente, por lo que si no tenemos resiliencia vamos a sufrir mucho.

La resiliencia, además de la adaptabilidad, tiene que ver con la fortaleza emocional, porque las personas resilientes, después de eventos o experiencias duras y dolorosas, se recuperan mucho antes que las personas no resilientes, y además salen fortalecidas.

Esto significa que son capaces de extraer aprendizajes importantes o que desarrollan habilidades nuevas gracias a la experiencia traumática o estresante.

Para ello es clave la gestión emocional de la frustración, el miedo, la rabia, el estrés o la tristeza.

Las personas resilientes, además de haber desarrollado una gran fortaleza mental, una gran capacidad para gestionar las emociones difíciles y una capacidad notable de adaptación, se enfrentan a los problemas como desafíos que superar, o como objetivos que alcanzar.

Es un enfoque radicalmente diferente del que adopta la mayoría de las personas, que ven los problemas de manera dramática y victimista.

 

Insight

Una característica clave de los resilientes es que cuando se equivocan o fracasan, lo aceptan y se tratan con amabilidad y compasión, en lugar de juzgarse duramente y criticarse internamente.

Pero ¿Puede cualquier persona ser resiliente? Definitivamente, sí. Numerosos estudios neurocientíficos han demostrado que determinadas disciplinas tienen una enorme efectividad para desarrollar la resiliencia, como por ejemplo el mindfulness.

 

Bibliografía

Romina Vallés.

Javier Carril.


domingo, 1 de agosto de 2021

¡Lidera Tu Liderazgo Resiliente! (VIII)

 



La resiliencia nos ayuda a superar los reveses a los que nos enfrentamos, pero no depende solo de nosotros, sino de las conexiones que tengamos.

La vida no es un camino lleno de rosas. A estas alturas, todos sabemos que nos encontramos con un sinfín de obstáculos. Algunos son pequeños y fácilmente superables, pero otros requieren más esfuerzo o se convierten en auténticas adversidades.

Una de las habilidades más interesantes que podemos desarrollar para navegar en los entornos complejos es la resiliencia, entendida como la destreza para ser flexible, resistir y superar las dificultades tanto personales como profesionales.

El término resiliencia expresaba originalmente la cualidad física de los objetos para regresar a su estado inicial. Sirva como ejemplo las gomas elásticas, que se estiran y vuelven luego al lugar original. Sin embargo, en las ciencias sociales, después de un revés nunca se regresa al mismo punto, sino a otro que puede ser mejor, pero también peor.

El psiquiatra Luis Rojas Marcos dice que, gracias a la resiliencia, numerosas personas que superan adversidades graves no solo vuelven al nivel previo de normalidad, sino que además experimentan cambios positivos.

En una reciente investigación aplicada al mundo profesional se ha comprobado que la resiliencia es un trabajo en equipo.

No solo depende de las cualidades personales, sino que se ve influida por los tipos de relaciones que mantengamos con nuestro entorno.

Esa es la conclusión de un trabajo realizado por Rob Cross, Karen Dillon y Danna Greenberg y que fue publicado en Harvard Business Review en enero, después de analizar cómo gestionaron sus equipos de personas algunos gerentes durante la pandemia. La muestra incluye a 150 líderes, cinco hombres y cinco mujeres de diez organizaciones exitosas.


Ocho relaciones para mejorar la resiliencia en el trabajo

La conclusión de que la resiliencia es una habilidad que se entrena en equipo es relativamente moderna. Habitualmente se había puesto el foco en las características individuales que debía poseer una persona.

 Sin embargo, según las entrevistas en profundidad realizadas por los autores mencionados, se ha descubierto que algunas conexiones profesionales son clave para superar las dificultades.

Los investigadores las tipificaron en ocho y se podría decir que son las fuentes para reforzar nuestra capacidad para afrontar los problemas de una manera positiva. 

Veamos cuáles proponen:



Empatía. Brinda apoyo empático para que la persona pueda liberar emociones negativas desde la escucha y la comprensión del otro.

Humor. Nos ayuda a reírnos de nosotros mismos y de la situación, por dura que parezca. Este tipo de conexiones rebajan la tensión y ayudan a la toma de decisiones en momentos de estrés.

Propósito: En momentos complicados nos ayuda a recordar el significado de nuestro trabajo para recargar energía y seguir adelante.

Perspectiva: Nos sirve para contemplar de una manera más amplia un problema cuando nos enfrentamos a contratiempos.

Visión. En circunstancias difíciles nos muestra un camino a seguir, como una estrategia o un objetivo deseado.

Darnos un empujón. En momentos de parálisis ante la situación, son conexiones que nos ayudan a retroceder, a pensar y a continuar adelante.

Política. Nos ayuda a encontrar un sentido de las personas o de la política en una situación determinada, cuando no nos queda claro a primera vista.

Carga de trabajo. En momentos de tensión por exceso de trabajo, nos ayuda en la gestión de los turnos o del reparto de las responsabilidades para rebajar su carga.

 

Insight

Según los autores de la investigación, los ocho tipos no tienen el mismo impacto para todo el mundo. Hay a quien le ayuda más la empatía o quien prefiere que le brinden una mayor perspectiva cuando las cosas vienen mal dadas.

Podríamos hacer un mapa de nuestras conexiones personales, valorar el grado de satisfacción que tenemos e identificar cuáles son las tres conexiones que necesitamos reforzar para ganar en resiliencia.

Una vez realizada esa reflexión, deberíamos plantearnos un plan para reforzarlas.

Es interesante puntualizar que quizás en el trabajo no encontremos aquella que sea importante para nosotros, como la del sentido del humor o la de la perspectiva, por ejemplo. Si así fuese, sería importante ampliar el mapa de nuestras relaciones y construir conexiones que nos ayuden a sentirnos mejor y ganar en resiliencia.

 

Bibliografía

Pilar Jericó. Emprendedora, escritora, conferenciante, doctora en Organización de Empresas y divulgadora de investigaciones sobre el comportamiento humano.

 

 



jueves, 1 de julio de 2021

¡Lidera Tu Liderazgo Resiliente! (VII)

 


¿QUÉ ES LA RESILIENCIA? 

Hay decenas de definiciones complejas, pertenecientes al área de la física y la psicología.

Pero, creo que lo que mejor la define es la combinación de cualidades: “cuando las circunstancias son adversas y puedes superarlas con Resistencia(Resi) y aplicas toda tu inteligencia (Licencia) para salir adelante transformado y fortalecido, eso es la resiliencia”.  

LÍDER RESILIENTE: EL PERFIL MÁS BUSCADO.

Hoy la capacidad más solicitada es la resiliencia.

Un líder resiliente es aquél que puede decidir con emociones.

Es un líder empático: comprende las emociones de los otros y ayuda a transformar su entorno, aplica sus experiencias para construir equipos fuertes y comprometidos. Es un líder que sabe sobreponerse y domina su inteligencia emocional.

La resiliencia es clave en los líderes de hoy porque las organizaciones están en constante cambio. Necesitan que, quien las dirija, tenga la capacidad de enfrentar desafíos y conduzca grandes grupos a través de las transiciones con coraje y entereza.

¿Qué cualidades componen la Resiliencia?

  • Autoestima: Es la capacidad de valorarse uno mismo y apreciar a los demás.
  • Introspección: Es la cualidad de reflexión y análisis.
  • Independencia: Conocer su alcance y limitación, tanto personal como con el exterior.
  • Vinculación: Es la capacidad de relacionarse y establecer lazos con los demás.
  • Iniciativa: Es la cualidad de “subir la vara”, e imponerse desafíos exigentes.
  • Humor: Mantener el temple aún en medio de la adversidad.
  • Creatividad: Generar ideas con un fin; instaurar orden en el caos.
  • Valores: Abarca la propia moralidad y principios y el fuerte compromiso para con los mismos.
  • Pensamiento crítico: Es la capacidad de análisis de causas, consecuencias y responsabilidades de las acciones (propias y ajenas)

La Resiliencia trasciende al mundo empresarial.

Es una capacidad que deberíamos entrenar y aplicar en nuestra vida cotidiana.

Podemos ser líderes resilientes de nuestras vidas, afrontando contratiempos con el objetivo de aprender, fortalecernos y transformarnos.

 


Cómo ser un líder más resistente en momentos de crisis

A raíz del brote de coronavirus global (COVID-19), se nos recuerda que el cambio es constante, los planes se deshacen y las expectativas no siempre se cumplen.

“Las prioridades de trabajo cambian, los jugadores cambian”, dice la Dra. Lisa Sinclair. “Podría ser transferido, reasignado o, quién sabe, ¿habrá incluso un trabajo para mí?”

Las personas que no pueden manejar la incertidumbre tienen menos probabilidades de sentirse motivadas en el trabajo y más de sentirse abrumadas.

Y, por supuesto, los contratiempos y las crisis personales no desaparecen, sino que se suman al -ya de por sí- trabajo difícil.

Los líderes muchas veces tienen doble estrés, el de la casa y el de la oficina, como comenta Sinclair. Muchas veces tiene niños pequeños o padres mayores, y esto puede afectar a los profesionales. Y no importa lo que muchos digan acerca de mantener la vida familiar y laboral separada, la presión de una se filtra fácilmente en la otra.

Por eso, dice Sinclair, la capacidad de resiliencia (mantener el equilibrio bajo presión) es una de las habilidades más importantes que deben dominar los líderes de todos los niveles.

“La pregunta no es cómo puedes evitar la dificultad y el estrés, eso es casi imposible de hacer”, dice Sinclair. “La pregunta es, ‘¿Cómo lo enfrentas?’”

Todos podemos beneficiarnos de ser más resilientes, lo que nos permite enfrentarnos mejor a las crisis, recuperarnos y adaptarnos.

3 prácticas para construir tu resiliencia:

1.     Gestión de energía personal. Maneja tu propia resistencia. “Preséntate”, da lo mejor de ti y renuncia al apego al resultado. Quédate en el presente.

2.   Cambia tus “lentes”. Hazte cargo de cómo piensas sobre la adversidad. Comprende tus creencias sobre la situación y elije tu respuesta. Ejerce compasión por ti mismo y por los demás.

3.   Sentido del propósito. Desarrolla un “por qué personal” que le dé sentido a tu vida. Esto te ayuda a enfrentar mejor los contratiempos y desafíos. Además, busca formas en que la crisis y la adversidad puedan conectarse con tu propósito de vida más amplio.

Cómo ser más resiliente: cuídate mejor

Nuestra capacidad para lidiar con el estrés, la enfermedad y el cambio mejora cuando nos cuidamos mejor.

Estas son algunas ideas que compartimos con nuestros participantes para ayudarlos a desarrollar su resiliencia:

1.     Dormir lo suficiente. ¿Qué puedes hacer para conservar la energía? Obtén entre 7.5 y 8.5 horas de sueño cada noche. Establece un horario de sueño regular, incluso los fines de semana. Desconéctate de los dispositivos. Crea un ambiente relajante que sea oscuro, fresco y tranquilo.

2.   Priorizar el ejercicio. ¿Qué puedes hacer para aumentar tu energía física? Durante la jornada laboral, levántate y muévete cada 90 a 120 minutos. Sugiere una reunión mientras caminas. Sube escaleras en lugar de tomar el ascensor.

3.   Juega juegos mentales. ¿Qué puedes hacer para superar la fatiga mental y el agotamiento? Aprende algo nuevo. Resuelve un rompecabezas desafiante. Encuentra distracciones positivas como pasatiempos o meditación.

4.   Controla tus emociones. ¿Qué puedes hacer para ser más consciente de los desencadenantes emocionales? Averigua quién y qué presiona tus botones. Aléjate, disminuye la velocidad o busca a un aliado para ayudarte a controlar tus reacciones y elegir tu respuesta. Crea un diario de gratitud. Cultiva la amabilidad haciendo algo bueno por alguien más.

5.    Mejora las conexiones sociales. ¿Qué puedes hacer para crear relaciones más significativas y productivas? Pídele un consejo a un colega, brinda retroalimentación positiva o comparte algo que hayas aprendido recientemente sobre de ti mismo.

 

Insight

Además, reflexiona sobre tus experiencias para aumentar la resiliencia.

Otra forma de ser más resiliente es reflexionar sobre tus experiencias. Recuerda un momento en tu vida personal o profesional en el que pudiste superar una situación difícil. Entonces, pregúntate a ti mismo:

  • ¿Qué sucedió?
  • ¿Qué estaba pensando y sintiendo en ese momento?
  • ¿Cómo lo superé?
  • ¿Qué hice que me ayudó a superar esa situación?
  • ¿Qué aprendí de la experiencia que me ha convertido en una persona más resiliente hoy?

“Tienes los recursos dentro de ti para ser más resistente”, dice Sinclair. “Pero toma un poco de esfuerzo aprender o recordarte qué funcionará mejor para ti y requiere que hagas tiempo para ti”.


Bibliografía

Lee Hecht Harrison.

Fernando Dada. Coach y Director de Consultoría en Hitos Consulting