El
liderazgo cotiza al alza hoy en día.
Pero, ¿el líder nace o se hace? La verdad es que existen personas que tienen la
cualidad innata de inspirar a otras, que saben comunicarse, empatizan por
naturaleza y son líderes natos. Otras, en cambio, necesitan aprender a hacerlo.
Por tanto, un líder nace, pero también se hace.
El concepto del
liderazgo ha evolucionado en los últimos años para alejarse de la idea de jefe
que daba órdenes unidireccionales y acercarse a la de la persona que consigue
comprometer a su equipo con la causa para conseguir los objetivos. Para
conseguirlo, la comunicación es clave.
El objetivo es conectar
con la esencia y no con los resultados que se esperan, aumentar la
autoestima del equipo, la confianza de los miembros en sí mismos porque si
creen que lo pueden hacer, lo harán. El líder no es el protagonista, es quien
guía. Capacidad de comunicación, empatía y humildad son los pilares
sobre los que se alza el actual liderazgo inspiracional.
Algunos líderes
históricos son el reflejo sobre el que se miran los más contemporáneos. Figuras
como la de Mahatma Gandhi, Nelson Mandela o Winston Churchill encarnan
el espíritu inspirador que es capaz de cambiar el orden establecido, de generar
la confianza suficiente para superar las dificultades, de crear entusiasmo y un
sólido compromiso con la idea de que nada es imposible.
Los actuales
políticos, empresarios, directivos y responsables de las instituciones son
conscientes de la importancia que tiene el logro compartido, la motivación y el
talento para conseguir los objetivos.
Para ello, la comunicación no puede ser
unidireccional, el líder ha de ser capaz de escuchar al tiempo que de plantear
las preguntas que consigan sacar al resto de su zona de confort.
El reto está
servido. Los líderes son
capaces de comprometer a las personas con la causa, no con los medios ni con
los procesos, sino con el “porqué”, con la razón por la que todos creen en
lo mismo y luchan para conseguirlo. La idea está muy unida a la de las
ventas de una empresa, puesto que un buen vendedor no es quien se centra en
explicar cuáles son las características del producto o servicio, sino que quien
lo hace en los beneficios que aporta.
Por eso, en su
similitud con el proceso de venta, el liderazgo inspiracional primero se
centra en el porqué, para después pasar al cómo conseguirlo y finalmente del
qué hay que conseguir. Si se desea conectar con el equipo, primero hay que
darles una buena razón que logre su implicación. De esta manera, darán lo mejor
de sí mismos. Los que están
comprometidos con la causa son los que finalmente brillan cuando se consiguen
los resultados. El líder es quien se ha encargado de conseguir ese compromiso.
Cómo
motivar al equipo
El líder no juzga a
los demás, sino que les ayuda a conseguir los propósitos marcados. Un
equipo que desee conseguir algo extraordinario necesita creer que es posible.
El autor de Start With Why, Simon Sinek, plantea el modelo “Círculo
Dorado” en el que marca las pautas del liderazgo inspiracional.
Si la técnica más
recurrida por los responsables de equipos ha sido empezar por el “qué”, para
seguir con el “cómo” y acabar con el “porqué”, Sinek considera que hay que
invertir ese orden. El motivo es muy sencillo, según el autor, el “qué” no
conecta con la gente, es más, puede conseguir que la persona se cierre más. Si
se le dice a un miembro directamente lo que ha hecho mal o lo que no ha
conseguido, lo que se consigue es el efecto contrario. En cambio, si se empieza
explicando el “porqué”, se conseguirá captar su atención y su predisposición a
la escucha, al cambio, a la mejora y a la superación continua.
Así pues,
Sinek aboga por empezar la conversación con el “porqué” para seguir con el
“cómo” y finalmente llegar al “qué”. El líder habla desde la humildad, no desde
la prepotencia. Si a un vendedor se le dice que que no ha vendido suficiente
porque no ha salido bastante a la calle ya que no estaba motivado, directamente
se le está juzgando.
En cambio, si el planteamiento es al revés y se le dice
que como no está motivado (porqué) no ha salido a la calle (cómo) y no ha
vendido suficiente (qué), seguido de la predisposición a ayudarle, el vendedor
se abrirá y se mostrará dispuesto a mejorar. Es más, lo hará de corazón no
porque lo ha dicho su jefe y se siente con la obligación de hacerlo, con lo que
se habrá conseguido su compromiso real con la causa.
La
humildad es fundamental en el liderazgo inspiracional. Al mostrar la disposición de ayudarle
sin atacarle ni juzgarle, el superior consigue conectar emocionalmente con el
vendedor, ganarse su confianza. Es muy importante que todos los miembros del
equipo dispongan de los medios para hacer las cosas, pero también de la actitud
para conseguirla, estén capacitados emocionalmente para ello.
Según Sinek la
mayor motivación emocional procede de la inspiración. Hay que motivar y
entusiasmar a todos los miembros.
Por qué
es importante contar con líderes que inspiran en una organización.
El ecosistema
empresarial cambia constantemente. Los patrones del siglo pasado están están
estancados, los modelos de producción en cadena en los que los empleados no
pasaban de ser un número son impensables en la actualidad. El talento, la
creatividad y la innovación cotizan al alza y no se copian con máquinas, son
capacidades de las personas. El reto de cualquier organización es saber crear
equipos que las desarrollen y las aporten a las empresas consiguiendo un valor
añadido inigualable.
1. Mejorar la
experiencia del consumidor
El
cliente se sitúa en el centro de las empresas. Hoy las organizaciones ya no solo
quieren satisfacer sus necesidades, saben que con eso no es suficiente. Lo que
se busca es brindar experiencias deliciosas y el encargado de trasladarlas será
el empleado de la firma. Si el responsable del equipo escucha a sus miembros, los
empleados también escucharán a los clientes.
2. Compromiso con la
empresa
Cuando
los miembros están motivados, creen en la misión de la compañía y en la suya propia. Se entregan a su
trabajo y dan lo mejor de sí mismos. Gracias a ello aumenta el compromiso
emocional con la empresa que ya no es solo quien les paga un sueldo a final de
mes, sino que se ha convertido en algo más importante para ellos, en la fuente
de crecimiento y de superación personal.
3. Innovación y
productividad
Cuando
las personas están comprometidas de corazón con lo que hacen consiguen
desarrollar su talento. El
líder inspiracional les ayuda a hacerlo, con lo que al final el resultado
del conjunto es más innovador porque es fruto del trabajo de un grupo que cree
realmente en lo que hace. Lo mismo pasa con la productividad de la compañía,
todos los miembros trabajan más y mejor, y al final eso se nota en los
balances.
4. Mejora el ambiente
de trabajo
En las organizaciones
en la que los jefes y directivos muestran su respeto hacia todo el grupo, ese
sentimiento se generaliza entre todos. El líder inspiracional es quien guía,
quien motiva y a quien se sigue. Si el jefe el responsable es respetuoso
con todos los miembros, esa actitud será seguida por el resto, con lo que al
final se consigue el ambiente de trabajo idóneo para conseguir los objetivos
marcados.
Además del respeto,
otras actitudes que favorecen la mejora del ambiente es la cooperación, la
empatía y la humildad. El líder ha de ser el primero en mantener esas actitudes
para que el resto también lo hagan con sus compañeros y con sus subordinados.
Al final se consigue
crear una atmósfera llena de confianza en la que la gente está bien y se
siente feliz. La satisfacción y el reconocimiento son fundamentales para
conseguir equipos que realmente estén implicados. Cada vez son más los
empleados que priorizan el bienestar que sienten cuando trabajan a gusto al
sueldo. No se trata de recompensas materiales, sino emocionales.
Así las cosas,
gracias al liderazgo inspiracional, las empresas consiguen mejorar su
productividad, su ambiente de trabajo, las experiencias que tiene el consumidor
con lo que acaban siendo más competitivas y ganando más
beneficios sin tener que hacer inversiones extraordinarias. La clave la tienen
las personas que trabajan allí, capaces de aportar todo su talento y su
implicación en pro de la misión que tienen encomendada.
Por tanto, las recompensas
emocionales son capaces de despertar en los equipos razones de peso para
estimular la superación continuada. La llave la tiene así la capacidad de la
empresa de disponer de líderes inspiracionales, de localizarlos, crearlos y
formarlos. Los departamentos de recursos humanos son conscientes de su
importancia y también de que no siempre las cualidades son innatas. Un líder se puede
hacer y para ello conviene saber cuáles son las cualidades que lo harán
posible. Las personas cambian y evolucionan constantemente.
Insight
La actitud abierta, la predisposición para aprender, la humildad, la comunicación constante y las ganas de hacerlo son las claves del liderazgo inspiracional.
Bibliografía
Jesús
Gómez. Licenciado en
Psicología y Master en Dirección Estratégica de Recursos Humanos. Director
de RR.HH. en organizaciones nacionales y multinacionales de diferentes
sectores. Profesor y consultor de RR.HH. en universidades y escuelas de
negocio