Fundamentos de la inteligencia emocional.
Salovey y Mayer utilizaron la expresión Inteligencia
Emocional para describir cualidades como la comprensión de los propios
sentimientos, la compresión de los sentimientos de otras personas y “el control de la emoción de forma que
intensifique la vida”. Ellos consideran la inteligencia emocional como una
verdadera inteligencia y la describen como una habilidad que podemos
desarrollar a cualquier edad.
Proponen un método de controlar las emociones que incluye
cuatro técnicas distintas: identificar nuestras emociones y las de los demás,
utilizar las emociones, comprenderlas y conducirlas.
Cada una de estas técnicas puede ser usada
independientemente, pero al mismo tiempo cada una de ellas se construye sobre
la base de las otras.
Identificar las emociones en uno mismo y/o en los demás: Con esta primera técnica se identifican con total precisión las emociones que nos suceden a cada momento para ser capaces de expresarlas ante los demás y alcanzar la capacidad de comunicarnos.
Utilizar las emociones: El uso adecuado de las
emociones, nos ayuda a guiar nuestro proceso de pensamiento para resolver los
problemas que se nos presentan.
Comprender las emociones. Las emociones no son acontecimientos aleatorios, tienen una serie de causas subyacentes. Las emociones cambian siguiendo una serie de reglas y, por lo tanto pueden llegar a comprenderse.
El conocimiento de las emociones se refleja en nuestro
vocabulario emocional y en nuestra capacidad para realizar análisis de
emociones futuras.
Conducir las emociones: Dado que las emociones
contienen información e influyen en el pensamiento, es necesario incorporarlas
de forma inteligente a nuestro razonamiento, a nuestra forma de solucionar los
problemas, a nuestros juicios y a nuestra conducta.
Las emociones humanas son muy importantes ya que a través de
ellas damos sentido a las personas. No se debe minusvalorar lo intelectual,
pero toda autentica educación debe integrar lo emocional si no quiere limitarse
a ser una mera instrucción o aprendizaje.
La emoción y el intelecto son dos mitades de un todo. El
coeficiente intelectual y el cociente emocional son recursos sinérgicos: el uno
sin el otro es incompleto e ineficaz.
El termino inteligencia emocional fue popularizado por
Daniel Goleman a través de sus libros y conferencias, en los que expone la
tesis de que en la vida real nos son tan importantes las cualificaciones como
el conocerse a si mimo, reconocer las propias emociones y las de los otros y
saber relacionarse con los demás.
El entrenamiento de las capacidades emocionales mejorará
determinadas actitudes, nos enseñara a reconducir las emociones negativas y
convertir en positiva alguna actitud que en muchos casos puede ser
contraproducente. Cada persona es única con sus propias fortalezas y
debilidades. Es inútil querer ser otro, sin embargo, si se puede lograr
potenciar las cualidades y dominar los defectos.
Si no nos conocemos a nosotros mismos, difícilmente podemos conocer
a los demás.
Conciencia Emocional o Autoconciencia
La primera competencia de la IE es la conciencia emocional,
sin ella no podemos regular y controlar las emociones. Se trata de la capacidad
de reconocer el modo en que estas afectan al comportamiento. Las personas
dotadas de esta competencia:
Conocen que tipo de emociones están sintiendo y por qué.
Las emociones son mecanismos que nos ayudan a reaccionar con
rapidez ante acontecimientos inesperados; a tomar decisiones con prontitud y
seguridad, ya comunicarnos en forma no verbal. Las emociones se generan de
manera innata y automáticas, son
impulsos para actuar, es decir, cada emoción prepara al organismo para
una clase distinta de respuesta; con la ira, por ejemplo, la sangre fluye a las
manos, y así resulta más fácil tomar un arma o golpear a un enemigo; el ritmo
cardiaco se eleva y un aumento de hormonas como la adrenalina genera un ritmo
de energía lo suficientemente fuerte para originar una acción vigorosa; de
forma similar generamos respuestas para el miedo la alegría, la tristeza, el
amor o el odio y en general para cada una de las emociones.
Experimentamos emociones continuamente, forman una parte
intrínseca del ser humano. Surgen espontáneamente y nos predisponen a actuar de
una manera determinada (tendemos a aislarnos cuando estamos tristes, a
enfrentarnos a las dificultades con una actitud más positiva cuando estamos
alegres,…). Pero no siempre nos damos cuenta de que las vivimos. El ejemplo
típico es la sensación de estar contento, triste o iracundo.
La persona es generalmente consciente de sus emociones
básicas, las competentes emocionalmente van más alla. Saben distinguir otras
emociones más evolucionadas y establecer el origen de esa emoción.
Ser consciente de que emociones tenemos, cuales nos surgen más
a menudo, a que actitud determinada nos predisponen…. Nos permite conocernos y
decidir cómo hacia dónde dirigir nuestra emoción.
Comprenden cómo las emociones influyen en sus
pensamientos, sus palabras y sus acciones
El análisis de como las emociones influyen no solo
psíquicamente sino físicamente, evita la confusión emocional.
Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las
respuestas de distintos sistemas biológicos, incluyendo expresiones faciales,
músculos y voz. Además, por supuesto, afectan al sistema nervioso y endocrino.
Conocen el modo en que sus sentimientos afectan a su
rendimiento intelectual y laboral
Los sentimientos son
fruto de la emoción. A modo de ejemplo, una persona ofuscada por la ira,
raramente logra resultados intelectuales óptimos, lo que afectara negativamente
a su rendimiento laboral.
Son conscientes de sus valores y objetivos
Los valores constituyen la forma de pensar, ver y actuar de
cada persona. Sin embargo, la escala de valores nos es un elemento estático,
depende de múltiples factores que van haciendo que determinados valores
predominen sobre otros, de acuerdo con las circunstancias históricas, sociales
y personales.
La vida es similar a un viaje y no cualquiera sino el viaje
más fantástico del universo. La vida es un viaje que desde donde uno está hasta
donde quiere ir. Cada uno de nosotros puede escoger su propia meta y no solo
esto sino como quiere lograrlo. Fijarse metas u objetivos facilita el logro de
lo que se quiere alcanzar.
Resulta crucial no confundir los objetivos con lo deseos.
Muchos desean aprender inglés, por ejemplo, aunque si solo se limitan a
expresar el deseo sin establecer un plan para conseguirlo, difícilmente se
convertirá en un objetivo.
Los objetivos son los logros que se quieren alcanzar en
cualquier ámbito de la vida, tanto personal como profesional pero para que
realmente lo sean y no meros deseos deben reunir determinadas características.
Debe ser especifico, claro y comprensible, realista y
realizable, mensurable y con fecha de vencimiento.
AUTORREGULACION
La Autorregulación puede definirse como la gestión y
contención de la vida emocional, es decir dominar las emociones para que no
interfieran en la actividad que estamos llevando a cabo en un momento determinado.
En síntesis, cuando hablamos de autorregulación
nos referimos al control de nuestros estados anímicos y emocionales,
impulsos y recursos internos.
La autorregulación emocional esta estrechamente vinculada a
la capacidad de controlar los impulsos y sofocar el estrés y en la capacidad de
provocarse voluntariamente otras emociones, sin que importe si son de carácter
positivo o no. Por ejemplo la ira ante la injusticia puede resultar ser una
magnifica fuente de motivación.
Las personas capaces de regular sus emociones están
dotadas de las siguientes competencias.
- Autocontrol de las emociones e impulsos conflictivos
- Confiabilidad
- Integridad y comportamiento ético
- Flexibilidad para adaptarse a los cambios
- Innovación: Mentalidad abierta a las nuevas ideas,
enfoques e información
AUTOCONTROL
El autocontrol es la competencia emocional que nos permite
controlar las emociones y sentimientos y decidir cómo expresarlos. Aunque no es
necesario manifestar todas las emociones, tampoco resulta conveniente
esconderlas o negarlas.
El autocontrol emocional no es lo mismo que el exceso de
control, es decir, la extinción de todo sentimiento espontáneo que, obviamente
tiene un coste físico y mental.
Las personas emocionalmente inteligentes expresan los sentimientos
que son importantes y manejan de manera positiva aquellas emociones que no
pueden exteriorizar. Demuestran autocontrol a nivel equilibrado y apropiado por
lo que los demás les consideran dispuestos a compartir ideas y abiertos a
escuchar las de los demás.
La personas dotadas de esta competencia:
- Gobiernan adecuadamente sus sentimientos impulsivos y las
emociones conflictivas
- Se mantienen equilibrados, positivos e impasibles aun en
los momentos más críticos.
- Piensan con claridad y permanecen concentrados a pesar de
las presiones
Quienes disponen de un alto autocontrol sobre sus emociones
saben gestionarlas, muestran las positivas eliminan o, al menos moderan las de
carácter negativo. Somos lo que pensamos y si aprendemos a controlar nuestros
pensamientos también así podremos controlar nuestras emociones ya que estas
pueden definirse como la reacción a un pensamiento.
Conclusión
La gestión inteligente de las emociones implica que, además
de reconocer el tipo de sentimiento que se esta experimentado en un momento
determinado, hay que decidir si resulta procedente expresarlo o por el
contrario se debe modificar o al menos atenuar. Y la cuestión es saber cómo,
cuándo, dónde y con quién.
Insight
Si esta lectura te ha inspirado emoción, la información que
tiene cierta importancia a nivel emocional para la persona, es más fácil de
asimilar y aprender.
“Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación” Proverbio árabe
“Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación” Proverbio árabe
Bibliografía: Cómo
Sobrevivir Al Cambio: Inteligencia Emocional y Social En La Empresa. Mª Claudia
Londoño Mateus