domingo, 1 de enero de 2017

Gestiona Las Emociones, ¡Gestiona Tus Resultados!







Fundamentos de la inteligencia emocional.

Salovey y Mayer utilizaron la expresión Inteligencia Emocional para describir cualidades como la comprensión de los propios sentimientos, la compresión de los sentimientos de otras personas y  “el control de la emoción de forma que intensifique la vida”. Ellos consideran la inteligencia emocional como una verdadera inteligencia y la describen como una habilidad que podemos desarrollar a cualquier edad.

Proponen un método de controlar las emociones que incluye cuatro técnicas distintas: identificar nuestras emociones y las de los demás, utilizar las emociones, comprenderlas y conducirlas.

Cada una de estas técnicas puede ser usada independientemente, pero al mismo tiempo cada una de ellas se construye sobre la base de las otras.



Identificar las emociones en uno mismo y/o en los demás: Con esta primera técnica se identifican con total precisión las emociones que nos suceden a cada momento para ser capaces de expresarlas ante los demás y alcanzar la capacidad de comunicarnos.

Utilizar las emociones: El uso adecuado de las emociones, nos ayuda a guiar nuestro proceso de pensamiento para resolver los problemas que se nos presentan.


Comprender las emociones. Las emociones no son acontecimientos aleatorios, tienen una serie de causas subyacentes. Las emociones cambian siguiendo una serie de reglas y, por lo tanto pueden llegar a comprenderse.
El conocimiento de las emociones se refleja en nuestro vocabulario emocional y en nuestra capacidad para realizar análisis de emociones futuras.

Conducir las emociones: Dado que las emociones contienen información e influyen en el pensamiento, es necesario incorporarlas de forma inteligente a nuestro razonamiento, a nuestra forma de solucionar los problemas, a nuestros juicios y a nuestra conducta.

Las emociones humanas son muy importantes ya que a través de ellas damos sentido a las personas. No se debe minusvalorar lo intelectual, pero toda autentica educación debe integrar lo emocional si no quiere limitarse a ser una mera instrucción o aprendizaje.

La emoción y el intelecto son dos mitades de un todo. El coeficiente intelectual y el cociente emocional son recursos sinérgicos: el uno sin el otro es incompleto e ineficaz.

El termino inteligencia emocional fue popularizado por Daniel Goleman a través de sus libros y conferencias, en los que expone la tesis de que en la vida real nos son tan importantes las cualificaciones como el conocerse a si mimo, reconocer las propias emociones y las de los otros y saber relacionarse con los demás.


El entrenamiento de las capacidades emocionales mejorará determinadas actitudes, nos enseñara a reconducir las emociones negativas y convertir en positiva alguna actitud que en muchos casos puede ser contraproducente. Cada persona es única con sus propias fortalezas y debilidades. Es inútil querer ser otro, sin embargo, si se puede lograr potenciar las cualidades y dominar los defectos.

Si no nos conocemos a nosotros mismos, difícilmente podemos conocer a los demás.



Conciencia Emocional o Autoconciencia

La primera competencia de la IE es la conciencia emocional, sin ella no podemos regular y controlar las emociones. Se trata de la capacidad de reconocer el modo en que estas afectan al comportamiento. Las personas dotadas de esta competencia:

Conocen que tipo de emociones están sintiendo y por qué.

Las emociones son mecanismos que nos ayudan a reaccionar con rapidez ante acontecimientos inesperados; a tomar decisiones con prontitud y seguridad, ya comunicarnos en forma no verbal. Las emociones se generan de manera innata y automáticas, son  impulsos para actuar, es decir, cada emoción prepara al organismo para una clase distinta de respuesta; con la ira, por ejemplo, la sangre fluye a las manos, y así resulta más fácil tomar un arma o golpear a un enemigo; el ritmo cardiaco se eleva y un aumento de hormonas como la adrenalina genera un ritmo de energía lo suficientemente fuerte para originar una acción vigorosa; de forma similar generamos respuestas para el miedo la alegría, la tristeza, el amor o el odio y en general para cada una de las emociones.

Experimentamos emociones continuamente, forman una parte intrínseca del ser humano. Surgen espontáneamente y nos predisponen a actuar de una manera determinada (tendemos a aislarnos cuando estamos tristes, a enfrentarnos a las dificultades con una actitud más positiva cuando estamos alegres,…). Pero no siempre nos damos cuenta de que las vivimos. El ejemplo típico es la sensación de estar contento, triste o iracundo.

La persona es generalmente consciente de sus emociones básicas, las competentes emocionalmente van más alla. Saben distinguir otras emociones más evolucionadas y establecer el origen de esa emoción.

Ser consciente de que emociones tenemos, cuales nos surgen más a menudo, a que actitud determinada nos predisponen…. Nos permite conocernos y decidir cómo hacia dónde dirigir nuestra emoción.

Comprenden cómo las emociones influyen en sus pensamientos, sus palabras y sus acciones

El análisis de como las emociones influyen no solo psíquicamente sino físicamente, evita la confusión emocional.

Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluyendo expresiones faciales, músculos y voz. Además, por supuesto, afectan al sistema nervioso y endocrino.

Conocen el modo en que sus sentimientos afectan a su rendimiento intelectual y laboral

 Los sentimientos son fruto de la emoción. A modo de ejemplo, una persona ofuscada por la ira, raramente logra resultados intelectuales óptimos, lo que afectara negativamente a su rendimiento laboral.

Son conscientes de sus valores y objetivos

Los valores constituyen la forma de pensar, ver y actuar de cada persona. Sin embargo, la escala de valores nos es un elemento estático, depende de múltiples factores que van haciendo que determinados valores predominen sobre otros, de acuerdo con las circunstancias históricas, sociales y personales.

La vida es similar a un viaje y no cualquiera sino el viaje más fantástico del universo. La vida es un viaje que desde donde uno está hasta donde quiere ir. Cada uno de nosotros puede escoger su propia meta y no solo esto sino como quiere lograrlo. Fijarse metas u objetivos facilita el logro de lo que se quiere alcanzar.

Resulta crucial no confundir los objetivos con lo deseos. Muchos desean aprender inglés, por ejemplo, aunque si solo se limitan a expresar el deseo sin establecer un plan para conseguirlo, difícilmente se convertirá en un objetivo.

Los objetivos son los logros que se quieren alcanzar en cualquier ámbito de la vida, tanto personal como profesional pero para que realmente lo sean y no meros deseos deben reunir determinadas características.

Debe ser especifico, claro y comprensible, realista y realizable, mensurable y con fecha de vencimiento.

AUTORREGULACION

La Autorregulación puede definirse como la gestión y contención de la vida emocional, es decir dominar las emociones para que no interfieran en la actividad que estamos llevando a cabo en un momento determinado. En síntesis, cuando hablamos de autorregulación  nos referimos al control de nuestros estados anímicos y emocionales, impulsos y recursos internos.

La autorregulación emocional esta estrechamente vinculada a la capacidad de controlar los impulsos y sofocar el estrés y en la capacidad de provocarse voluntariamente otras emociones, sin que importe si son de carácter positivo o no. Por ejemplo la ira ante la injusticia puede resultar ser una magnifica fuente de motivación.

Las personas capaces de regular sus emociones están dotadas de las siguientes competencias.

- Autocontrol de las emociones e impulsos conflictivos
- Confiabilidad
- Integridad y comportamiento ético
- Flexibilidad para adaptarse a los cambios
- Innovación: Mentalidad abierta a las nuevas ideas, enfoques e información

AUTOCONTROL

El autocontrol es la competencia emocional que nos permite controlar las emociones y sentimientos y decidir cómo expresarlos. Aunque no es necesario manifestar todas las emociones, tampoco resulta conveniente esconderlas o negarlas.

El autocontrol emocional no es lo mismo que el exceso de control, es decir, la extinción de todo sentimiento espontáneo que, obviamente tiene un coste físico y mental.

Las personas emocionalmente inteligentes expresan los sentimientos que son importantes y manejan de manera positiva aquellas emociones que no pueden exteriorizar. Demuestran autocontrol a nivel equilibrado y apropiado por lo que los demás les consideran dispuestos a compartir ideas y abiertos a escuchar las de los demás.

La personas dotadas de esta competencia:

- Gobiernan adecuadamente sus sentimientos impulsivos y las emociones conflictivas
- Se mantienen equilibrados, positivos e impasibles aun en los momentos más críticos.
- Piensan con claridad y permanecen concentrados a pesar de las presiones

Quienes disponen de un alto autocontrol sobre sus emociones saben gestionarlas, muestran las positivas eliminan o, al menos moderan las de carácter negativo. Somos lo que pensamos y si aprendemos a controlar nuestros pensamientos también así podremos controlar nuestras emociones ya que estas pueden definirse como la reacción a un pensamiento.




Conclusión

La gestión inteligente de las emociones implica que, además de reconocer el tipo de sentimiento que se esta experimentado en un momento determinado, hay que decidir si resulta procedente expresarlo o por el contrario se debe modificar o al menos atenuar. Y la cuestión es saber cómo, cuándo, dónde y con quién.

Insight

Si esta lectura te ha inspirado emoción, la información que tiene cierta importancia a nivel emocional para la persona, es más fácil de asimilar y aprender.

“Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación” Proverbio árabe
        


Bibliografía: Cómo Sobrevivir Al Cambio: Inteligencia Emocional y Social En La Empresa. Mª Claudia Londoño Mateus