viernes, 1 de septiembre de 2017

Reentré & Coaching







Con la llegada del mes de septiembre, se inicia para muchas personas un nuevo periodo lleno de propósitos, nuevos retos y un regreso postvacacional a la rutina diaria y cambio cíclico estacional.

El regreso a la realidad una vez han expirado las vacaciones, debe afrontarse con ganas y animo, esta preparación nos ubica en aceptar una nueva etapa facilitando ese nuevo orden a las obligaciones diarias.

En este escenario es momento de replantear nuevos objetivos y retos que nos llenen de energía y vitalidad, ahora bien esos retos retadores deben seguir una métrica a efectos de ir evaluando el estado del avance donde estoy y hasta donde quiero y puedo llegar, por tanto deben ser medibles, realistas y productivos, es decir deben tener un ¿para qué?

 La solidez del reto estribara fundamentalmente si se analiza la situación de partida tomando conciencia de la situación actual, se planifica un plan de acción determinando objetivos de manera clara y concisa y finalmente se lleva a cabo supervisando un seguimiento en todo caso en una actitud claramente de autoconfianza en uno mismo.

Transitar por un estado de motivación permanente que permita en todo momento verbalizar los beneficios que reportaría el porfiar dicho reto es una clave del proceso, ir revisando éxitos intermedios y festejarlos sustentara el entusiasmo y autoestima, desterrando así las creencias limitantes, afianzando una estabilidad emocional en cualquier caso necesaria.

Eliminar el miedo al fracaso, y a la inseguridad es crucial, potenciar lo mejor de uno mismo, servirá de palanca para cambiar un problema por una oportunidad, apoyándonos en aliados afines, como la familia, compañeros o amigos.

Mantener vivo el reto es huir del desanimo a pesar de las dificultades a las que hacer frente y ser constantes en la planificación diseñada, no arrojar la toalla a las primeras de cambio sacando lo mejor de la personalidad de uno mismo, pensando en los beneficios que pretendemos alcanzar.

En definitiva se trata de divertirse y vivir el reto en positivo, rehuyendo de negatividades por lo contagiosas que son.




Qué es el coaching y para qué sirve

El coaching es una disciplina que potencia y desarrolla las capacidades de una persona o grupo de personas para lograr resultados y objetivos extra-ordinarios. A través de la conversación, el coach facilita la reflexión y el análisis de las distintas formas de actuar del cliente de coaching. Así, el cliente revisa cuál es, en cada momento, la mejor forma de accionar en su propia realidad.

En el ámbito ejecutivo, el coach busca inspirar a su cliente el deseo de desarrollar en profundidad aquellas habilidades que le permitan mejorar su liderazgo, la comunicación con sus equipos y la calidad de sus relaciones para mejorar sus resultados. A diferencia de otras disciplinas, el coach no instruye, alecciona, dirige ni aconseja, ni ofrece soluciones. No se trata de un maestro, ni de un consejero, ni de un consultor. El coach es un facilitador, alguien que da apoyo y que acompaña a su interlocutor en su proceso de reflexión.

Para ello, el coach utiliza niveles muy profundos de escucha y de observación y con ellos ayuda a su cliente a identificar sus creencias, supuestos honradamente arraigados que muchas veces operan por debajo del nivel de conciencia y que están en la base de nuestras acciones.

Además de actuar como un “detector de creencias”, decimos que el coach actúa como espejo, ya que devuelve a su cliente, a través de feedback constante, aquello que observa y que para el otro puede no ser tan evidente. Con esto, el coach ayuda a poner foco en aquellos aspectos que pueden estar limitando las acciones de su cliente, por tanto el coach invita a la reflexión para que el cliente identifique creencias o límites autoimpuestos que le impiden alcanzar sus objetivos.

El coaching optimiza la forma de conversar de las personas facilitando su entendimiento y la fluidez de sus relaciones. Permite identificar y gestionar mejor las emociones en las relaciones y, de esta forma acercar posiciones. Fomenta la alineación de las personas con sus objetivos y logra una coordinación de acciones más eficaz.

El proceso de coaching

 Análisis de la situación en la que se encuentra el coachee. En esta fase, identificamos el tema que se desea trabajar. Desde grandes generalizaciones “deseo trabajar mi liderazgo", hasta temas puntuales y concretos "He tenido una discusión con mi jefe"

Identificación de los objetivos que el coachee desea alcanzar, lo que para él supondría una situación deseable.

Entender las razones por las cuales el coachee no está logrando los objetivos deseados, la situación deseable. Buscamos las creencias y automatismos que rigen las acciones del cliente y que están actuando como barreras u obstáculos en la consecución de sus resultados.

Definir el plan de acción y establecer los compromisos, con el fin de que el coachee actúe de manera diferente, pruebe a hacer cosas nuevas y experimente las consecuencias.

Realizar el seguimiento del plan de acción y evaluar los resultados de las acciones que se van llevando a la práctica, como vía para consolidar nuevos aprendizajes.

Un proceso de coaching supone trabajar sobre las creencias del coachee, cómo se explica las cosas que le ocurren, qué limitaciones encuentra en su camino, qué impedimentos y bloqueos (los "no sé", "no puedo", "no valgo"...). A través de la conversación, revisamos todos estos juicios y valoramos la conveniencia de mantenerlos o modificarlos, cuando comprobamos que actúan impidiendo alcanzar los objetivos deseados.


Variables del proceso (hacen que los objetivos se cumplan, o no)

1.  "Es importante en la vida y en el trabajo tener un ¿para qué?, un propósito y una intención que guíe nuestra vida"

2. Plantearse retos pero sin pasarse. No se trata de marcarte una gran cantidad de objetivos más vale proponerte pocos, pero que éstos sean sólidos. Sabrás si lo es si hay una actitud clara hacia él y si existe un plan de acción concreto.

Responde mentalmente a este simple paquete verbal: ¿Qué? ¿Para qué? ¿Cómo?
¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién?

3. Retos motivadores. Sólo lo son los alcanzables. Si no hay probabilidad de éxito, el reto no es motivador. "Las metas deben ser sobre lo controlable, aquello que depende de un cambio en nuestra actitud o una acción por nuestra parte. Las metas que no podemos controlar nosotros directamente provocan frustración y resentimiento.

4. Motivarse. Es importante conocer los beneficios de la meta, porque esto nos ayuda a ver lo que vamos a obtener gracias a su consecución. Anótalos para no olvidarlos.

5. Superarse. No rendirse cuando surgen las primeras dificultades, eliminar el miedo a equivocarse, y tener la constancia suficiente, no sólo ayuda a lograr los objetivos, sino que te ayudara a reafirmar la personalidad, aumentar la autoestima y la estabilidad emocional ¡los beneficios son inmensos! .Es cierto que proponerse una meta requiere tener un perfil de personalidad de gran fortaleza. Afrontar nuevos retos exige superarse durante un tiempo y solo se obtendrá la satisfacción de lograr el objetivo al final de un largo recorrido. Sin embargo, la gratificación del resultado compensa todo el sacrificio realizado anteriormente.

6. Hacer un plan de acción concreto.  Contestar a estas preguntas básicas: ¿Qué?
¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién? Debe contener un calendario concreto.

7. Planificación. Optar por una herramienta que ayude, por ejemplo, la agenda clásica de papel, el outlook, el sistema de agenda de nuestro smartphone, listas de tareas, etc.

8. ¿Avanzas? Para saberlo se deben revisar  los logros en periodos temporales (semana, mes etc.). Los avances pueden ser cualitativos o cuantitativos, o preferiblemente una combinación de ambos.

9. Mentalización. Cada mañana dedicar 2 minutos al levantarse a meditar sobre el propósito y los beneficios que se van a conseguir.

10. Duración. Un programa de coaching tiene un principio y un fin, aproximadamente unos 6 meses, en función de cada caso a razón de 2 encuentros mensuales y si en ese periodo no se han logrado los desafíos planteados al principio, el proceso habrá fracasado. Evidentemente prolongarlo eternamente perjudica coste económico del proceso y el desarrollo personal.

11. Sonreír. Cuando sonreímos se libera la hormona de la felicidad, se relajan los músculos y es la mejor terapia ya que el mal estado de ánimo es el peor enemigo. Intenta ser optimista y practicar la amabilidad. Empatizar con los demás y ser gentil reporta muchas satisfacciones.

12. Hacer  una lista. Con los propósitos que se quieren cumplir. "las listas permiten "vaciar la mente". Cuando lo tenemos todo en la cabeza y no lo concretamos en listas o agendas, estamos más ansiosos, y generamos mas estrés y es más difícil llevar las cosas a cabo, porque nuestra memoria es frágil".

Proponerse alcanzar unos objetivos es un proceso en el que juegan un papel clave la determinación, la constancia y la motivación. Incluso, aunque no consigamos nuestras metas, la satisfacción de haberlo intentado nos hará sentir mejor con nosotros mismos.

Aspecto nuclear a destacar si se acude a los servicios de un coach, es tener presente el papel a jugar por parte del coach, pues nunca estará para aguantar lamentaciones, ni siquiera por atisbo el de ser un consejero ya que para eso están los amigos y familia. Un programa de coaching requiere compromiso por ambas partes para alcanzar unos objetivos concretos y en un tiempo determinado, en donde no se trata de una charla de amigos, sino de un trabajo de dos muy intenso que persigue un objetivo de antemano, además de confidencialidad y confianza y si no existe desafío desde el principio nada tendrá sentido.

La primera toma de contacto garantiza el éxito del proceso. Ambos actores tienen que encajar. Algunas veces las buenas referencias y la trayectoria de un coach de reconocido prestigio no sirven de nada para que el programa funcione, la afinidad personal y empatía es básica para la consecución de objetivos.

En cualquier caso si hablamos de coaching mas reconocido internacionalmente, tenemos que citar a la International Coach Federatión, organismo encargado de velar por una ética y código que emite certificaciones bajo esas premisas.



Insight

¿Qué hubiese logrado? si en determinados momentos de mi vida me hubiese acompañado de un coach y ¿qué lograré en adelante… si decido compartir mi reto?