¿Qué es un líder positivo?
Un liderazgo positivo es el que ejerce
la mentoría y el coaching. Es decir, un líder que, además de ser jefe y ejercer
esta responsabilidad, es ejemplo para su equipo por sus valores y capacidades.
Un líder positivo es una persona que
demuestra su valía a todas horas. Ha de ser honesto, buscar en todo momento el
bien común, lidiar con los problemas de forma ecuánime y justa, reconocer el
buen trabajo de quienes están a su cargo, ser respetuoso con los demás, sean
cuales fueren sus responsabilidades, y exigir a los demás de acuerdo a las
capacidades de cada uno.
Es evidente que un liderazgo positivo
bien ejercido es mucho más que ser un simple jefe. En consecuencia, las mejoras
en cuanto a productividad son enormes pues, un líder positivo, es capaz de
inspirar y motivar a sus colaboradores y en buena medida, sacar el máximo de
cada uno de ellos en un ambiente laboral de concordia.
El Liderazgo Positivo es un modelo de
dirección y desarrollo de personas que está compuesto por el líder inspirador y
movilizador, imprescindible para marcar dirección, dar empuje e inyectar
ilusión, y el manager que planifica, que organiza en la proximidad, que
gestiona, resuelve y asesora. Que no solamente se preocupa por las cosas, sino
que se ocupa por ellas. En el terreno, en proximidad, codo con codo con su
propios colaboradores.
El Liderazgo Positivo está trufado de
optimismo en todas las acciones que despliega, tanto en aquellas acciones
dirigidas a su equipo, como en aquellas que dirige hacia arriba. Seguro que los
jefes también agradecen que se les llegue, no solamente con problemas y
dificultades, sino también con píldoras de positivismo, buen ánimo y mejor
disposición.
El Liderazgo Positivo tiene un fuerte
componente motivacional, entendiendo la motivación como la base del bienestar
del ser humano, orientada permanentemente a la movilización de las personas, identificando
qué es lo que les pone en marcha y ayudándolas a ello.
Y en tercer lugar, el Liderazgo
Positivo es progreso, desarrollo, crecimiento. Está basado en la mejora
continua, tanto profesional como personal. Liderazgo Positivo es estar
convencido de que cuanto más ayudes a crecer a las personas que están contigo,
más vas a crecer tú.
Cuando hablamos de Liderazgo Positivo
no nos referimos ni al líder carismático, ni al líder importante. Sobre todo
nos referimos al líder responsable, ya que cuando algunas personas importantes
no se esmeran en ser responsables, sus acciones e influencia pueden ser
catastróficas.
Cuando hablamos de Liderazgo Positivo
no hablamos de poder, hablamos de autoridad. De autoridad Top Premium,
autoridad concedida por el equipo. Cuando hablamos de Liderazgo Positivo no
hablamos de mandar, hablamos de servir.
El Liderazgo Positivo no solamente es
un modelo de liderazgo meramente teórico, que pretende convencerte de las
excelencias de ser mejor persona y mejor jefe. Se trata de un modelo de liderazgo
basado en la experiencia adquirida y en las expectativas mantenidas.
El modelo de Liderazgo Positivo va
acompañado de herramientas que, una vez descubiertas y entrenadas, podremos
aplicar en la gestión cotidiana con nuestros equipos, tanto para inyectarles energía
cuando sea preciso, como para re-encuadrarles en sus responsabilidades y para
pilotar en proximidad la ejecución de sus tareas, la mejora de su desempeño y
el desarrollo de sus competencias.
El Liderazgo Positivo cuida nuestras
acciones de manager desde tres vértices: la exigencia, el reconocimiento y la
confianza.
Retos del liderazgo positivo
El liderazgo positivo se enfrenta a una
serie de retos futuros que no deben ser considerados baladíes, pues pueden
pasar factura más adelante. Veamos y analicemos los más importantes a
continuación.
Tiempos difíciles
Cuando llegan los tiempos difíciles, el
liderazgo positivo ha de dar el do de pecho para estar a la altura y demostrar
que este estilo es mucho más productivo y eficaz que otras formas de ejercer influencia
y control.
Aunque la situación económica actual
puede parecer estable, y muchas empresas miran hacia el futuro con optimismo,
no debemos olvidar que los tiempos de tranquilidad no han llegado todavía. De
hecho, hasta se podría pensar que no existen, puesto que siempre hay retos y
desafíos que superar.
No obstante, el clima político muestra
cierta inestabilidad. Asimismo, persiste una sensación de crisis en el ambiente
y la sociedad, especialmente para las clases trabajadoras.
Como es lógico, el difícil clima que se
vive puede desestabilizar cualquier compañía, aun ejerciendo un liderazgo
positivo adecuado. Es, por tanto, su misión, el establecer un ambiente de
trabajo adecuado, productivo y eficiente, en el que el empleado se sienta útil,
necesario, motivado y con la seguridad de que está haciendo lo correcto y en consecuencia,
valorado por la dirección de la compañía.
No olvidemos que los rumores de
despidos, los ambientes enrarecidos y el exceso de competencia y crispación no solo
disminuyen el buen proceder de la empresa sino también hacen bajar los ratios
de productividad y, por ende, los márgenes y beneficios
Exceso de competitividad
En el mercado laboral y empresarial
actual la competitividad es brutal. Un mundo en el que dar un simple paso puede
ser un ejercicio realmente complejo. Por tanto, el liderazgo positivo puede ser
una apropiada respuesta a ello y estar a la altura de la circunstancias.
Es muy importante saber superar la
enorme presión que supone estar a la vanguardia de las empresas y tener proyectos
competitivos que busquen adelantarnos en todo momento. De hecho, ser superado
puede provocar un gran malestar en el seno de la empresa, y no siempre es fácil
mantener los preceptos de liderazgo positivo.
Hoy en día, las empresas pugnan con
dureza por avanzar un simple milímetro. No es fácil destacar, y con cada novedad
que aparece en el mercado, el plagio, las copias y productos similares aparecen
por doquier.
Ser capaz de afrontar un mercado tan
complejo, competitivo y saturado es muy difícil. Por lo tanto, es misión del directivo
que ejerce un liderazgo positivo no perder la calma, mantener la paciencia y
perseverar en el buen ambiente, puesto que, en el corto, medio y largo plazo,
esta forma de liderazgo siempre acaba aportando beneficios.
Mercado laboral saturado
De la misma forma que la competencia es
feroz, también resulta complejo ser capaz de navegar en un mercado laboral cada
día más saturado y difícil. En este sentido, el liderazgo positivo tiene
especial misión en los departamentos de recursos humanos, ya que no es sencillo
encontrar la aguja en el pajar de la enorme oferta y demanda actual.
Vivimos en un mundo en el que la
información afora por doquier y con más fuerza y poder que nunca. Esto quiere decir
que cualquier empresa que desee cubrir una plaza vacante recibirá un número
ingente de propuestas, puesto que la noticia correrá como la pólvora. A ello
debemos unir la progresiva globalización y la mayor capacidad de los
profesionales para desplazarse y alejarse de su entorno habitual.
Por si esto fuese poco, también los
profesionales están cada día más y mejor formados. Cuidan mucho su empleabilidad
y se preocupan de ser competitivos, lo que exige decisiones más complejas.
Es, por tanto, misión del liderazgo
positivo encontrar al profesional adecuado que no provoque conflictos, malentendidos
y mal ambiente en un equipo que ya funciona bien. Es decir, que el departamento
de recursos humanos ha de seleccionar con sapiencia a la persona idónea para
completar el grupo sin que esto entorpezca la buena marcha de la compañía.
Así pues, el liderazgo positivo debe
preocuparse de que el nuevo miembro del equipo, se haya incorporado por promoción
interna o proceda del mercado laboral, se adapte lo antes posible a la cadena
de trabajo, sin provocar que se resienta la competitividad empresarial.
Podemos comprobar que los retos y
desafíos futuros del liderazgo positivo son complejos de resolver, por lo que
es importante que las compañías y profesionales sean conscientes de ello y
estén preparados para afrontarlos de forma correcta y efectiva.
Insight
¡Nada es por
casualidad! Cada efecto tiene al menos una causa, todo sucede por una razón. El
éxito no es accidental; el fracaso tampoco.
Bibliografia
Carlos Capaces,
Director de Human Talent
Escuela Europea De
Management