Ser autodisciplinados para conseguir
hacer realidad los cambios que nos hemos marcado entre nuestros objetivos.
Mostrar nuestra gratitud con el
objetivo de aumentar el bienestar psicológico y mental tanto de la persona a
quien se la expresamos, como de nosotros mismos.
Desarrollar hábitos positivos, es
decir, convertir nuestros buenos comportamientos en algo inherente a
nuestra forma de actuar. De esta forma, lo que empezó siendo un ritual meditado
se transforma en una práctica habitual y, a posterior, en un valor arraigado.
Aceptar el fracaso. Los errores nos
ayudan a mejorar, así que debemos aprovecharlos, aprendiendo de ellos, para
mejorar y ser más útiles y competitivos.
Realizar ejercicio físico para mejorar
nuestra salud mental y autodisciplina.
Dedicar media hora al día a cualquier
actividad o deporte contribuirá a ejercer un liderazgo positivo ya que fomentan
la autodisciplina.
Claves para ser un líder positivo
MOTIVACIÓN
Sin motivación, es posible que el
talento pueda escaparse de tu negocio. Motivar a tu equipo de trabajo es tan
necesario para que funcione como el agua para el cuerpo humano.
Por ello, si trabajas en la motivación,
animas y agradeces cada logro, conseguirás un equipo más comprometido, sin
necesidad de acudir a los bonus, porque no todo es dinero.
IGUALDAD DE TRATO
La igualdad de trato es necesaria en
todo negocio. Si en tu equipo tienes diversos talentos, y a unos les cuidas más
que a otros, es posible que los últimos vuelen antes de tiempo.
Por ello, si tratas a todos tus
empleados por igual, les das las mismas oportunidades, favoreces un ambiente
mucho más sano y todos se sentirán mucho más cómodos. Porque cuando te sientes
cómo en casa, rindes muchísimo mejor.
COMPROMÉTETE
Si te comprometes con tu trabajo, tu
equipo lo verá y valorará el hecho de que su líder trabaje codo con codo con
ellos.
Porque un líder positivo y eficaz valora y cuida a todas las personas que forman su equipo y no se le caen los anillos a la hora de hacer cualquier trabajo.
Porque un líder positivo y eficaz valora y cuida a todas las personas que forman su equipo y no se le caen los anillos a la hora de hacer cualquier trabajo.
Así que comprométete con tu idea, con
tu trabajo y tu equipo y podrás llegar muy alto.
CONOCE A TUS COLABORADORES
Es primordial que conozcas a las
personas con las que trabajas, no sólo porque pasas un tercio de tu tiempo
diario con ellas, sino porque acaban convirtiéndose en buenas amistades y
puedes llegar a generar unas sinergias muy bonitas con ellas.
Conocer a tu equipo te ayudará a poder
dar solución a algunas de sus inquietudes, animarles a la hora de conseguir objetivos
más personales y sobretodo, tener un ambiente de trabajo muchísimo más cómodo
para todos.
Cuando lideras una empresa es posible
que tengas algunas preocupaciones y esto no te deje centrarte. Si conoces a tus
empleados y confías en ellos a la hora de compartir tus inquietudes, será mucho
más sencillo dar con la solución que estás buscando para el problema que tienes
en mente.
SÉ UN BUEN MEDIADOR
Si surge algún problema entre los
miembros de tu equipo, reúnete con ellos por separado, escucha la versión de lo
que ha sucedido entre ambos y busca ser justo.
No tomes la decisión de castigar a uno
o a otro sin haber tenido la oportunidad de expresar lo que ha pasado y mucho
menos, tomes medidas excesivas. El resto de tu equipo lo agradecerá.
CELEBRA LOS RESULTADOS
Toda empresa se marca unos objetivos
anuales, sea cual sea la actividad a la que se dedique. Por ello, cada vez que
consigáis alguno de los objetivos marcados, tienes una oportunidad de
celebrarlo con tu equipo, y compartir la alegría de haber conseguido entre todos
superar los obstáculos que pudiesen existir en el camino.
REÚNETE CON TUS COLABORADORES
En este sentido te recomiendo que con
una periodicidad semanal te reúnas con tus colaboradores, establezcas las
pautas a seguir durante esa semana y busquéis las soluciones de lo que hubiera
podido ocurrir en conjunto.
Porque entre todos será más fácil
encontrar una solución y lograr establecer un camino más claro a la hora de
conseguir los objetivos marcados.
ALÉJATE DE LA TOXICIDAD
En todas las áreas de la vida la
toxicidad puede presentarse, pero es en el trabajo donde hay que mantenerla más
a raya y alejarla todo lo que sea posible.
Entiende como toxicidad cualquier hecho
negativo que pueda influir en la buena marcha de tu empresa: la crisis,
la pérdida de un cliente potencial, etc.
En estos casos, no dejes que estos
hechos negativos dominen tu estilo de liderazgo, es mejor ser realista y
hablarlo con tu equipo claramente. Si aplicas los puntos clave anteriores,
ellos comprenderán la situación y arrimarán el hombro tanto como tú para solucionar
todo lo que haya podido afectar, y volver a tener un buen funcionamiento en la
empresa.
TRANSMITE TU POSITIVIDAD
Sin duda alguna, este punto es la joya
de la corona.
Transmite a todo tu equipo tu espíritu positivo a diario, déjate conocer y sobre todo, agradece a los demás su implicación con el negocio. Sin ellos gran parte de lo que habéis conseguido no sería posible y tu deber como líder es hacérselo saber.
Transmite a todo tu equipo tu espíritu positivo a diario, déjate conocer y sobre todo, agradece a los demás su implicación con el negocio. Sin ellos gran parte de lo que habéis conseguido no sería posible y tu deber como líder es hacérselo saber.
Los miembros de tu equipo lo agradecerán
y darán más de sí para conseguir mejorar día a día, consiguiendo sacar adelante
con eficacia
y eficiencia
mayor todos los objetivos marcados.
Insight
Y tú, ¿eres un líder positivo? ¿Crees
que un líder positivo debería aplicar algún otro factor que no haya descrito?
¿Cuál?
Bibliografia
Mariano Operé
Santillana. Director
de Estudios y RR.HH. - Grupo
P&A
Nika Herrera.
Socióloga