La influencia es la
herramienta más importante del liderazgo, de ella depende que los seguidores realicen
adecuadamente las peticiones que el líder les haga. La influencia se puede
ejercer en todas direcciones, es decir hacia abajo (seguidores), hacia arriba
(superiores) y hacia los lados (otros líderes).
De la influencia que el
líder tenga sobre su gente depende directamente la efectividad de la organización.
Si éste es muy influyente sus seguidores harán todo lo posible por lograr los
objetivos propuestos, mientras que si su nivel de influencia es débil solo
harán lo mínimo necesario para mantener su trabajo, logrando apenas resultados
mediocres y muy inferiores a los que podrían lograr.
Lo importante entonces
es comprender que es lo que hace que un líder sea más o menos influyente sobre
su gente y cómo se puede trabajar para aumentar el nivel actual de influencia.
Pero primero veamos qué es
exactamente la influencia y para ello debemos aprender a diferenciar dos
conceptos ligados a la misma, pero de muy diferente índole, el poder y la
autoridad.
Poder
Tener poder significa
ser capaz de influir (líder) sobre otro (seguidor) en un determinado momento y circunstancia.
El poder puede ejercerse sobre una sola persona o sobre muchas y se puede tener
más o menos poder según quien sea el seguidor u objetivo del poder.
En definitiva, el poder
es la capacidad de una persona de influir sobre otra para que tenga tal o cual actitud
y determinada conducta en cierto momento y con un fin preciso.
Muchas veces se
confunde poder con autoridad, creyendo que se trata de conceptos similares y
hasta idénticos, pero nada más lejos de la realidad.
Se hace necesario distinguir
entre poder y autoridad, ya que ésta última: a) está implícita en el puesto que
ocupa la persona, no por ninguna característica especial de la persona; b) los
subordinados aceptan esa autoridad, el individuo con autoridad, la ejerce y es
obedecido porque tiene un derecho legitimado; y c) la autoridad se utiliza verticalmente
y fluye de arriba abajo a lo largo de la jerarquía de una organización.
Sin duda alguna, el
conocimiento de las relaciones de poder nos ayudará a conocer el peso específico
que tiene cada persona en la organización. La evaluación de estas relaciones nos
facilitará la evaluación de los efectos del impacto que puede tener cada
persona.
Existen al menos cinco
tipos de poder interpersonal, con sus correspondientes posibilidades de impacto.
- Poder legitimado. Capacidad de una persona para influir en los demás debido a su posición. En teoría, los individuos al mismo nivel dentro de unas organizaciones tienen el mismo poder legitimado, pero cada uno lo ejerce de una manera especial. Este concepto es parecido al de autoridad. La cultura, la costumbre y los sistemas de valores de una organización determinan los límites del poder legitimado.
- Poder de recompensa. Tiene sus fuentes en la capacidad para recompensar la obediencia. Es utilizado para respaldar al poder legitimado. Si quienes deben obedecer valoran las recompensas potenciales o reales que les puede reportar la obediencia, responden a las peticiones, órdenes y tendencias.
- Poder coercitivo. Es el opuesto al anterior, en este caso los subordinados obedecen por temor. Aunque tiene bastantes efectos secundarios, todavía es bastante utilizado para lograr obediencia o corregir las conductas improductivas, sobre todo cuando se ordena a un número elevado de empleados.
- Poder experto. Lo tienen aquellos cuyas cualidades profesionales son muy valoradas. Estas personas tienen poder, independientemente de su categoría profesional. Puede ser un experto en materias técnicas, administrativas o personales. Cuanto más difícil sea sustituirlo mayor será su poder. Este poder es una característica personal, mientras que el poder legitimado, de recompensa y coercitivo vienen determinados por la organización.
- Poder referencial. Muchos individuos son influidos por otra persona a causa de su personalidad o modo de conducirse. El carisma personal es la fuente de poder referencial. Carisma es un término utilizado para describir las personalidades que algunos denominan “magnéticas”.
El poder legitimado,
recompensatorio y coercitivo surge de la organización, de la posición, del
grupo formal o de modelos específicos de interacción. Por el contrario, el
poder de experto y referencial va muy unido a la persona.
“Demostrar tu liderazgo significa que
cuando surgen los problemas los enfrentas de una manera madura, racional y
sincera, por muy molesto que te resulte” Robin S. Sharma.
Autoridad
La autoridad incluye
los derechos y obligaciones que vienen con un cargo determinado dentro de una organización.
La persona con autoridad tiene derecho a realizar peticiones que concuerden con
su cargo y el hacedor de la petición se ve obligado a responder por el mismo
motivo.
La autoridad también confiere a quien la posee
el derecho de controlar las acciones y los resultados de quienes están a sus
órdenes.
De lo visto
hasta aquí, deducimos que una persona puede tener autoridad sobre otra (conferida
por su cargo), pero no es un líder, hasta que obtiene verdadero poder más allá
de su puesto. Ese poder se lo otorgan sus seguidores, merced a la influencia
que éste logre sobre los mismos.
En definitiva, sin
influencia no existe el poder.
Qué puede esperar un
líder al ejercer influencia.
Según sea el grado de
influencia sobre una persona serán también los resultados. Estos van desde mediocres
hasta grandiosos y todo depende de cómo y cuánto influya el líder.
Por lo general las
personas ante el intento de influencia de su líder responden de una de las tres
maneras siguientes:
- Se resisten.
- Cumplen con la tarea especificada.
- Se comprometen activamente.
Lo que el líder eficaz
busca es el compromiso debido a que solo éste le dará el nivel de resultados
por encima del promedio. Los grandes logros solo se obtienen con gente
sumamente comprometida.
Si analizamos como se
produce la influencia llegaremos a la conclusión que depende de cómo el seguidor
percibe a su líder, del contexto en el cuál se encuentra inserto y los motivos
por los cuales se intenta influir.
Encontraremos al menos
tres casos de canalización de la influencia:
Cumplimiento: Cuando el seguidor cumple con lo
encomendado por temor a represalias, ser despedido o humillado. También cuando
lo hace por una recompensa prometida al cumplimiento de la tarea.
Internalización: Cuando el seguidor considera la
realización exitosa de la tarea como deseable para él y para sus compañeros,
además de ser correcta y concordante con sus valores personales y los de la
organización.
Identificación: Cuando el seguidor se identifica
fuertemente con su líder, por carisma, respeto, conocimientos, habilidad. En
este caso realiza la tarea más por quedar bien con su líder que por la tarea en
sí. En estos casos el problema surge cuando se cambia al líder, el seguidor ya
no trabaja más de la misma manera porque se le ha quitado su motivación principal.
Insight
Quien influye no pretende cambiar
actitudes de tal o cual persona. Quien persuade sí, y se esfuerza en ello, y
esta es la gran diferencia y, a su vez, la destreza que debemos adquirir para lograr
la competencia impacto e influencia.
Dicho de otra forma, influir es incidir
en el comportamiento de alguien logrando que haga algo, sin que nosotros forzosamente
hubiésemos querido alcanzar ese comportamiento; persuadir supone la consecución
también de un determinado comportamiento, con la diferencia que en este caso
utilizamos cualquier estrategia de índole emocional con el fin de lograrlo,
incluso en el caso de que la persona inicialmente no hubiese querido
realizarlo. Con todo, cuando persuadimos también estamos influenciando, ya que
este es el objetivo último de la persuasión.
Bibliografía
Cristian Nofri Kurt