¿Qué es el liderazgo
efectivo?
El liderazgo efectivo consiste en ejecutar la visión de la empresa (o
redefinirla y mejorarla, en algunos casos) y establecer el tono y la cultura
para esa organización en particular. Liderazgo significa crear y planificar,
asegurar recursos, buscar y mejorar errores.
Se fundamenta en motivar a las personas para que trabajen juntas y
cooperen consigo mismas y, en algunos casos, con otros equipos, para lograr un
objetivo determinado.
También es importante señalar que el liderazgo es diferente a las herramientas
de gestión. Si bien la administración también es una parte integral del éxito
de una organización, es fundamentalmente diferente del liderazgo.
Los gerentes manejan las cosas. Analizan la logística, los presupuestos
de equilibrio, etc. Si bien los buenos gerentes también pueden tener
habilidades de liderazgo efectivas, lo que en realidad es muy ideal, los dos no
siempre van juntos.
El liderazgo efectivo brilla no solo cuando las cosas van bien, sino
también (incluso más, a veces) cuando las cosas son difíciles.
Son respetados (no temidos) por las personas que los rodean, quienes a su
vez se motivan para trabajar más duro y hacer contribuciones más significativas
para el mejoramiento de la organización también.
Tenga en cuenta que es más una cuestión de influencia que de rango o
título. También muestra el aspecto “social” del liderazgo
efectivo que utiliza y reconoce los esfuerzos de otras personas también, y no
solo de un individuo.
¿Qué hacen buenos
líderes?
Ser un buen líder no es algo que todos puedan hacer. No es fácil.
Por el contrario, todo líder efectivo necesita poseer y/o trabajar hacia sus
objetivos y visión. Los buenos líderes son claves para mejorar la productividad
y la moral entre los miembros de una organización.
Entonces, ¿Qué hace que un líder sea efectivo? Muchos buenos líderes comparten varios rasgos y actitudes. Éstos son algunos de ellos.
Características y actitudes del liderazgo efectivo:
1. Los buenos líderes
son decisivos.
El liderazgo efectivo se trata de no perder el tiempo. Eso incluye el
tiempo necesario para tomar decisiones.
La mayoría de las veces, se puede perder tanto tiempo en el proceso de
toma de decisiones que se pierden muchas oportunidades. La producción a veces
incluso se detiene.
Los buenos líderes tienen que ver con tomar decisiones informadas, pero
siempre son conscientes de los plazos involucrados.
Y una vez que se toma una decisión, se comprometen con ella y verifican
las cosas.
Por lo tanto, se dan cuenta de que posponer decisiones importantes puede tener efectos significativos en la productividad y el crecimiento de una organización.
2. En un liderazgo
efectivo practican lo que predican.
El liderazgo efectivo, en esencia, también implica liderar con el
ejemplo.
Es difícil respetar a alguien que les pide a todos que lleguen a tiempo,
o que trabajen para alcanzar un objetivo determinado si esa persona no está
dispuesta a llegar a tiempo o hacer su parte del trabajo.
Muchas veces, los buenos líderes establecen el estándar, y lo cumplen, en
lugar de simplemente hablar con todos.
Como dice una de las frases de liderazgo en la Revista Forbes, “Un
líder que se arremanga y se ensucia, creará una lealtad en su gente que dará
como resultado el logro de objetivos más allá de lo que generalmente esperamos”.
También puedes ver las mejores frases de John Maxwell que te
ayudarán a ser un mejor líder.
3. No pierden de vista
los objetivos.
Los líderes efectivos son solucionadores de problemas. O al menos, no se
detienen en los problemas y en su lugar se centran en trabajar hacia una
solución.
No tienen las respuestas todo el tiempo, pero seguro que siempre estarán
trabajando para obtenerlas.
No se quejan y, en cambio, miran hacia adelante y avanzan, siempre
teniendo en cuenta los objetivos que establecieron al principio y siempre
mirando el panorama general. Entonces, con este fin, priorizan y establecen las
tareas que deben hacerse primero.
4. Les apasiona lo que
hacen.
El liderazgo efectivo se trata de creer en lo que uno está haciendo. Los
buenos líderes no dicen, y nunca dirán, “es solo un trabajo”,
o “simplemente trabajo aquí”.
Les importa lo que hacen, se preocupan por la organización, y se
preocupan por las personas que lideran y con las que trabajan.
5. Humildad y
responsabilidad para un liderazgo efectivo.
Esto juega con el aspecto del liderazgo efectivo que se basa en generar
el respeto que se gana, en lugar de depender de la posición o título de uno en
la organización.
Es la humildad lo que hace a los grandes líderes de mente abierta y
dispuestos a escuchar a los demás e incluso a recibir críticas constructivas.
Una de las características de un líder es no dejar que el
orgullo se interponga en el camino de lograr objetivos y ejecutar su visión
para los negocios.
También están dispuestos a asumir la responsabilidad de sus acciones y no señalar con el dedo a las personas con las que trabajan cuando las cosas van mal.
6. Dan crédito cuando
el crédito se debe.
A menudo escucharás la historia sobre el jefe que robó una idea o se
atribuyó el mérito del logro de otra persona.
Los hábitos de líderes exitosos los hacen compartir la gloria,
y se apresuran a dar crédito a un miembro del equipo o colega por una buena
idea.
Saben que el éxito es a través del trabajo en equipo, y respetan la
contribución y el trabajo que otras personas hacen.
7. Ayuda a las personas
a crecer.
Los grandes líderes ayudan a las personas a crecer. Comparten
voluntariamente lo que saben y buscan oportunidades de aprendizaje para las
personas con las que trabajan (o las personas que trabajan para ellos).
Construyen el equipo y fomentan relaciones sólidas, una buena relación y
cooperación dentro de ese equipo. Conocen el eslabón más débil y trabajan para
fortalecer ese eslabón débil.
8. De un liderazgo
efectivo nace una comunicación efectiva.
Una parte integral del liderazgo efectivo es una comunicación fuerte. Y
la comunicación no es solo decir “Quiero que esto suceda”.
Entonces, se trata de escuchar y realmente considerar el aporte de otras
personas del equipo.
La comunicación adecuada permite una mejor difusión de la información,
así como una mayor capacidad para trabajar bien con otros cuando la situación
lo requiere.
9. Seguridad y sin
miedo a lo desconocido.
Los grandes líderes son verdaderos visionarios, que no temen salir de sus
zonas de confort. Están dispuestos a correr riesgos y probar cosas nuevas.
Tratan de ver que la organización continúe creciendo y desarrollándose,
en lugar de simplemente establecerse en una rutina cómoda y complaciente.
Están dispuestos a enfrentar los desafíos a medida que se acercan para
cumplir sus objetivos y su visión.
10. Son confiables.
Imagina trabajar para alguien en quien no se puede confiar. Difícil,
¿verdad?
Los buenos líderes nunca violan la confianza que se les brinda, ya sea
por personas que están más arriba en la escala organizativa o por personas que
trabajan para y con ellos.
Esta confiabilidad los hace más accesibles, y hace que otros se sientan
más cómodos abriéndose a ellos y brindando comentarios o aportes honestos que,
al final, contribuyen al crecimiento de la organización.
Insight
Ninguna organización exitosa hubiera estado donde está hoy sin un liderazgo efectivo.
El liderazgo efectivo es casi siempre uno de los
principales impulsores del crecimiento, el desarrollo y la innovación.
El liderazgo no se trata de los títulos, o incluso elogios.
El liderazgo
efectivo es mucho más significativo, impactante y profundo.
No existe una fórmula establecida o un plan paso a paso, depende de la
cultura y las necesidades de la organización.
Bibliografía
Rafael Quintero