Liderazgo efectivo: La clave es el talento social
¿Quiénes han sido
exitosos durante la pandemia?
Una señal es el resultado del McKinsey Global Survey, realizado durante la pandemia, que
confirma que hay un grupo de líderes que han sido capaces de demostrar
conductas positivas para generar un ambiente de seguridad sicológica.
Este tipo de seguridad es precursora de un desempeño adaptativo y de
innovación en las personas, equipos y organización.
Un clima positivo constituye el mayor impulso a la seguridad sicológica.
De acuerdo a este informe, el clima positivo ocurre cuando los líderes apoyan a
sus colaboradores, los consultan y luego les presentan desafíos.
El apoyo implica preocupación y respaldo de los miembros del equipo como
personas y no solo como empleados.
En tiempos de crisis los líderes exitosos se concentran en el bienestar
físico y sicológico de sus colaboradores, y destacan por centrarse en el factor
humano de su gestión.
¿Cómo generar un
liderazgo efectivo?
En esta misma línea, el libro Liderazgo efectivo presenta
un modelo de liderazgo en que se destacan dos grandes capacidades en un
liderazgo exitoso: la perspicacia del líder para percibir su entorno relacional
y la sensatez para actuar con la mesura debida ante la complejidad de la tarea
y el gran impacto que sus acciones tienen sobre la vida de tantas personas.
En la adaptación de este libro, para la editorial Routledge (Sensible Leadership, 2021), se enfatiza la sensatez para responder a los tiempos de crisis.
Con respecto a sus colaboradores, el líder sensato necesita captar plenamente su entorno relacional y darse cuenta de la influencia de sus acciones y decisiones.
Así, un líder efectivo debe percibir las sutilezas y
emociones en la interrelación con sus colaboradores, para percibir los procesos
que ocurren en la intimidad de la persona, incluyendo su momento emocional, el
cómo genera sus expectativas y da forma a sus opiniones y percepciones, y la
sensatez para actuar con propiedad.
En síntesis, el líder sensato da alta prioridad a la relación con los subordinados.
Se esmera en estar en sintonía con sus colaboradores y con todas las personas con quienes debe interactuar, y comprender a estas personas y manejar con delicadeza sus relaciones con ellas.
Estas competencias se basan en
la inteligencia emocional.
El modelo de la
inteligencia emocional
Según el modelo de inteligencia emocional, lo que hace exitosa a una
persona como líder no son sus habilidades intelectuales, sino sus habilidades
sociales y de percibir correctamente las emociones y motivaciones de quienes
interactúan con él, estableciendo una relación respetuosa y considerada.
El liderazgo no se reconoce en la capacidad de imponerse a cualquier
costo, sino en las características que Goleman (Daniel Goleman, What
makes a leader, Harvard Business Review, 2004) propone para describir la
inteligencia emocional, las que se refieren a características propias de la
persona y a la forma de relacionarse con otros.
El talento social es la habilidad cumbre de la inteligencia emocional.
Liderazgo efectivo y
competencias emocionales
¿Qué es una competencia emocional? Una competencia emocional es una
capacidad aprendida, derivada de la inteligencia emocional, que produce
resultados sobresalientes en el trabajo.
Es así que la inteligencia emocional determina nuestro potencial para aprender las habilidades prácticas que se basan en sus cinco componentes.
La
competencia emocional muestra cuánto de este potencial hemos traducido en
capacidades para el trabajo.
Las aptitudes emocionales que con más frecuencia han sido mencionadas en
relación a un liderazgo efectivo son las 5 siguientes:
1. Conocimiento de sí
mismo
Autenticidad y apertura.
La conciencia de uno mismo es la clave de la inteligencia emocional.
Ciertamente, los que tienen mayor certidumbre respecto
de sus sentimientos son mejores guías de sus vidas. Y tienen una noción más
segura de lo que sienten respecto de sus decisiones.
2. Comportamiento
mesurado (autocontrol)
Se basa también en la conciencia de uno mismo. Incluye la capacidad de serenarse, de librarse de la irritabilidad, de la ansiedad y de la melancolía excesivas.
Los que tienen éxito son los que conservan la compostura bajo estrés
y se mantienen serenos y seguros en las crisis.
3. La propia motivación
El ser capaz de ordenar las emociones al servicio de un objetivo es esencial para prestar atención, para la motivación intrínseca, el dominio y la creatividad.
Está relacionada con la iniciativa, el afán de éxito y la
adaptabilidad. Los que tienen éxito aceptan la responsabilidad, admitiendo sus
faltas y errores, y se ocupan de solucionar los problemas sin obsesionarse con
el fracaso.
4. Empatía
Reconocer las emociones de los demás, capacidad que también se basa en la autoconciencia emocional.
Los exitosos en esta área son sensibles; capaces de
ponerse en el lugar del otro, y demuestran tacto y consideración en su trato.
5. Manejar las
relaciones
El arte de las relaciones consiste en la habilidad para manejar las emociones de los demás.
De este modo, los líderes con esta capacidad fortalecen lazos interpersonales y aprovechan la diversidad en sus equipos.
Por cierto,
ser capaz de manejar las emociones del otro es la esencia del arte de mantener
relaciones sanas y exige la madurez de otras dos habilidades emocionales:
autocontrol y empatía.
Insight
El liderazgo efectivo se basa no tanto en las destrezas intelectuales de
una persona, sino en sus habilidades sociales y en su capacidad de percibir
correctamente las emociones y motivaciones de otros.
Bibliografía
Nureya Abarca