El liderazgo personal
no es una actitud, es un estado en el que una persona “sabe lo que quiere” y
mantiene la habilidad de enfocar sus pensamientos y acciones hacia los
objetivos que visualiza, transformando la elección, el valor y el compromiso en
una sinergia hacia la dirección que se desea.
Lo más importante
para influir a otros es comenzar por uno mismo. Uno no puede proyectar lo que
no es, no puedes convencer a otros de lo que no se está seguro. Por eso, lo más
importante es, que en la medida en que nos conocemos a nosotros mismos, somos
capaces de identificar nuestras cualidades, afinidades y competencias,
obteniendo mucha más claridad para saber quiénes somos y a dónde queremos
llegar. Una vez que cultivamos y reconocemos a nuestro líder interior, podemos
comenzar la proyección hacia afuera de ese líder e influir en los demás de
manera positiva.
Para ejercer nuestro
liderazgo e influenciar a los demás, es necesario comenzar por tener una visión
clara de lo que queremos lograr. En la medida en la que logremos tener una
mayor claridad de nuestras causas, podremos influenciar más fácilmente a otros
para que las compartan y por lo tanto “nos sigan”. Pero a un verdadero líder,
no le interesa el seguimiento de la gente a su persona, sino a lo que él cree. Es
decir, la causa trasciende al líder. El líder ES por la causa.
Cuando un una
persona sobresale y logra cosas asombrosas, revoluciona su industria o rompe
paradigmas, nunca lo hace solo. Ellos tuvieron claridad absoluta, su causa era
lo único importante y creían fervientemente en ella sin dudar. Así se pudieron
rodear de gente valiosa que eventualmente compartió la misma causa e ideales y
que decidieron unirse y colaborar en hacer realidad un objetivo común.
Para ejercer el
liderazgo influyendo en los demás, es muy importante enfatizar que su elemento
principal es, antes que nada, la persona misma. Es la fuente de donde brota el
agua. Así pues, enumeraremos 4 principios importantes para
ejercer un mejor el liderazgo e influenciar a otras personas:
Define tu
objetivo: Para proyectar con
claridad una causa a los demás es imperativo conocer a profundidad cualquier
tema relacionado a la misma. En la medida en la que conozcas tu objetivo serás
capaz de proyectarlo e influir a los demás acerca del mismo.
Determina
tu causa: Más allá de saber
“qué” hacer o “cómo” hacerlo, lo más importante es “por qué hacerlo”.
Determinar la causa de tu objetivo es lo que realmente hará la diferencia para
alcanzarlo.
Contagia
la pasión: Una de las mejores
maneras de proyectar liderazgo es con el ejemplo. Sin embargo, el ejemplo por
sí solo no basta. No es suficiente “ensuciarse” las manos, estar disponible o
colaborar con tu equipo. El verdadero catalizador del ejemplo es la pasión. En
la medida en la que puedas contagiar tu pasión en tu entorno, será la
proporción en la que éste estará motivado por una inspiración propia que lo
lleve a dar lo mejor de sí.
Delega: Un buen líder siempre es capaz de
inspirar y confiar en la ayuda de otros más capaces que él. El buen líder no es
aquel que sabe hacer todo, sino aquel que entiende su causa como lo más
importante. Cuando un buen líder encuentra que alguien puede contribuir de una
mejor manera a su causa, no dudará ni un segundo en delegar.
La influencia desde el liderazgo
La influencia no se
puede cuantificar aunque sí, analizar. Y es que las personas que influencian
sobre otras personas, organizaciones o empresas deben ser capaces guiar y
liderar.
¿Cómo? Evidentemente
existen ciertas técnicas que posibilitan que haya cierta persuasión sobre otras
a través de unas herramientas sutiles y naturales.
Cómo ejercer influencia
Motivar y
promover la productividad no implica dirigir, amedrentar o imponer. Precisamente de esto trata la
influencia, de la capacidad de hacer que otros se sientan identificados con la
empresa y aumenten de manera autónoma sus esfuerzos para mejorar los resultados
y alcanzar los objetivos establecidos, en este caso por una compañía.
Es el llamado
liderazgo que ha evolucionado con el paso de los años, modificando también las
conductas estrictas y rígidas de muchas compañías y sus empleados, aquellos a
los que preferimos llamar equipo.
Se entiende por buen
líder una persona con determinadas características que a través de una buena
comunicación con el equipo, es capaz de alcanzar los objetivos planteados sin
necesidad de utilizar un comportamiento autoritario.
Que un líder sea
capaz de influenciar en el resto de compañeros, depende de un compendio de
rasgos, entre los cuales se encuentra la seguridad en uno mismo, la
empatía con el equipo y cómo no, la transmisión del sentimiento de optimismo,
positivismo y motivación que se contagia en los demás. Se convierten
finalmente en un ejemplo a seguir.
A través de su
actitud consiguen influir en el comportamiento del resto del equipo, por lo que
normalmente alcanzan de manera exitosa las metas establecidas de manera común.
Lo harás
bien si reúnes estas características
Para influenciar en
un número mínimo de personas, de una manera natural y coherente hacen falta al
menos reunir los siguientes rasgos:
- Ser una persona íntegra.
- Asumir las responsabilidades y
ejecutarlas.
- Transmitir confianza y honestidad.
- Coherencia en sus actuaciones.
- Persistentes, disciplinarios y trabajadores.
- Mostrar empatía por el resto de
compañeros y respetar su trabajo.
- Saber escuchar.
- Ser firme y mostrar seguridad en
sí mismo.
- Tener criterio propio, ser
objetivos.
- Sentirte parte del equipo con
autoridad y firmeza en cuanto a las decisiones.
- Optimismo.
- Y sobre todo, no olvides el
reconocimiento al/s responsable/s de que el resultado haya sido como se
esperaba, e incluso mejor.
Insight
Aunque son muchas las
características que hay que reunir para ser un líder influyente, en realidad
existen personas que las llevan de manera innata o que han trabajado duro para
conseguirlas.
El concepto
de “jefe” ha evolucionado con el paso del tiempo y se han modificado actitudes ante la constatación de que el
equipo produce más cuando se siente bien, motivado y seguro de sus capacidades
que cuando está sometido a presión, inseguridad y se siente incomprendido.
¿Qué tipo de
liderazgo te inspira? ¿A quién tomas como referencia de líder? ¿Cómo contagias
a los demás de tus causas?
Bibliografía
Carlos Luer. Brand
Management.
Pyrsel Consultores.