La resiliencia en nuestro nuevo líder, es su capacidad para superar la adversidad y proyectar a futuro un conjunto de respuestas o comportamientos de superación y/o afrontamiento. Sin duda es el perfil más buscado en los líderes de hoy en día, identificarlo y desarrollarlo a través del coaching, mediante algunas reflexiones importantes que le pueden hacer pensar de manera resiliente:
DE TRANSFORMAR A PERSEVERAR. El paradigma “transformacional” nos ha enseñado en los últimos años que algunas de las competencias más importantes que consiguen el perfil transformador del líder son la visión global, el pensamiento estratégico, pensamiento conceptual, orientación al logro y los procesos, la capacidad de movilización, la capacidad de influencia y la empatía. Hoy este líder requiere nuevas capacidades, que sin desmerecer ninguna de las anteriores, definen su resiliencia; enfrentamiento a la adversidad, capacidad de superación, altos niveles de autoconfianza, perseverancia, orientación al logro y flexibilidad.
TÚ ERES TU CEREBRO. Nuestro cerebro procesa a lo largo del día más de 50.000 pensamientos, de los cuales más del 80 por ciento se refieren a nosotros. Si el proceso de cambio de un individuo se origina en primera instancia en el pensamiento, para después obrar, ¿tenemos o no tenemos la capacidad de cambiar? Estamos hechos para ello. En los procesos de coaching que nos ayudan a desarrollar la resiliencia del nuestros líderes, el planteamiento fundamental de partida es el tratamiento de sus creencias y modelos mentales, punto de partida de su percepción de la realidad, y el resultado es un liderazgo capaz de plantear varias alternativas que le permitan una toma de decisiones más fácil.
UNA EXPERIENCIA NUNCA ES UN FRACASO, SIEMPRE VIENE A DEMOSTRAR ALGO. Así es como pensaba Thomas Alva Edison empresario e inventor americano, un claro ejemplo de resiliencia. Perfeccionó el telégrafo automático, inventó un aparato para transmitir las oscilaciones de los valores bursátiles, colaboró en la construcción de la primera máquina de escribir y dio aplicación práctica al teléfono mediante la adopción del micrófono de carbón. Edison fracasó en innumerables ocasiones. Su mayor logro fue el fonógrafo, que por cierto para llegar a conseguirlo, necesitó miles de intentos previos, al final de cada uno de los cuales, su persistencia y su actitud positiva “cada vez estoy más cerca de conseguirlo…”, fueron la clave. Para nuestro líder resiliente, el fracaso es un punto álgido del aprendizaje, ser consciente de el error, te aproxima al éxito.
ACTITUD POSITIVA. De nuevo un estado mental. Una buena actitud positiva hace posible que el líder sea exitoso. Le da la energía para que pueda seguir su propósito, haga crecer su potencial y siembre semillas que beneficien a otros. Pero también hace que el viaje sea más agradable en el camino sin importar a donde le lleve. Ser positivo es una actitud que marca diferencia. ¿Cómo consigue el líder resiliente mantenerla en el tiempo?: a) Cree en sí mismo; b) Está dispuesto a ver lo mejor de los demás; c) Es persistente; d) Se enfoca en las soluciones; e) Es generoso, da; f) Es responsable.
ANSIEDAD NO ES MIEDO Y, ADEMÁS, EL MIEDO SE DESAPRENDE. Eduardo Punset decía que para él resultaba frustrante ver cómo sus nietas no sabían distinguir entre ansiedad y miedo, asociando siempre un efecto negativo en las dos. El ser humano nace con dos miedos, digamos de manera casi innata, miedo a caerse y miedo al ruido, que curiosamente con el paso del tiempo, aprendemos a controlar, porque los conocemos cada vez mejor y diseñamos una estrategia de afrontamiento a lo largo de nuestra vida. La buena noticia es que el resto de nuestros miedos son aprendidos y, de la misma manera que los hemos aprendido, los podemos desaprender. Esto lo hace muy bien el líder resiliente. Las capacidades que le permiten enfrentarse y superar los miedos en soledad o con su equipo son la autoconfianza y la autoestima, ambas las trabaja y las desarrolla de manera habitual.
AUTOESTIMA: DEJAR DE ESTABLECER SU VALOR. Nuestro líder resiliente aquí está siendo revolucionario, ha entendido que lo importante no es solo ni tanto autoevaluarse, no quiere ser especial y por eso no trata de establecer su valor, elige dejar de juzgarse por cómo es, y pasa a ofrecer a los demás pensamientos positivos, objetivos de logro pero no de perfección, posibilidades de aprendizaje desde los errores, opciones de probar cosas nuevas, fija metas a los demás y facilita el orgullo de pertenencia a un colectivo. ¿Cómo le suena esto en tiempos de crisis?
AUTOCONFIANZA: NADA QUE VER CON EL “EGO” Este nuevo líder ha entendido mucho mejor el concepto de autoconfianza, de manera que ha conseguido desterrar “el mito del ególatra”. Para conseguir esta capacidad, fundamental en este nuevo paradigma de liderazgo del siglo XXI, este nuevo líder no tiene vergüenza a la hora de mostrar aquello que ha aprendido a conocer mejor, sus emociones. Además, y como consecuencia, no se siente culpable, consigue emplear parte de su tiempo en hacer lo que realmente le gusta, y entiende que no pude pasar un día o una semana de trabajo, sin realizar un balance de los aspectos más positivos y aquellos que debería de mejorar.
EL PODER DE LA IMAGINACIÓN. Nos basta con imaginar algo negativo, muy negativo para nosotros, y nos estresamos, esto es así, por favor no hagan ahora la prueba. Algunos jefes mediocres, utilizan esta estrategia para dirigir a los demás, es la estrategia del “la autoridad burda”, realmente significa asustar. Lo que hoy también sabemos es que asustar, puede asustar a cualquiera, eso no te confiere mayor poder y además no te hace ni diferente ni mejor que los demás como jefe. Como dice el profesor Eric Kandel, Premio Nobel de Fisiología, lo que te distingue, ya no es tan fácil, es ilusionar a los demás. El líder resiliente utiliza el poder de la imaginación consigo mismo y con su equipo para persistir, animar y gestionar los cambios. La resiliencia permite al líder construir en la adversidad y sobrevivir. En estos momentos de crisis se convierte en una capacidad fundamental y una garantía para la supervivencia de nuestros negocios. Empecemos entonces por nuestro pensamiento.
Insight
Comparte con los demás la necesidad de decidir, y no tanto de tener certeza absoluta en la solución.
“No podemos tener siempre las soluciones, pero no nos pueden faltar las decisiones”.
Bibliografía
RAFAEL GONZÁLEZ, director de People Excellence
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