Características de un
líder eficaz
La inteligencia emocional y la compasión son algunas de las competencias
clave de los grandes líderes.
También lo son la capacidad de delegar y ser capaz de aprender de los
errores.
1. Compromiso
La clave para el liderazgo eficaz es
conseguir que la gente se comprometa y construir relaciones que hagan que el
trabajo deje de percibirse como una obligación. Para que la gente dé lo mejor
de sí misma hay que ser consciente de que para lograr ese compromiso hay que
hacer todo lo posible para que las personas se sientan implicadas.
2. Inteligencia emocional
La inteligencia emocional es saber si se está utilizando las emociones de forma
inteligente. Si no se es capaz de gestionar las propias emociones, un líder
nunca capaz de gestionar las de los demás. Los grandes líderes poseen
cualidades emocionales y saben cómo percibir y gestionar los sentimientos
propios y los de otros.
3. Conciencia
El primer paso para poder gestionar las emociones de forma inteligente es ser
consciente de ellas. Hay investigaciones que demuestran que esta conciencia es
un pilar fundamental en los buenos líderes.
4. Compasión
Otra de las características comunes que han detectado en los grandes líderes es
la compasión. Los líderes compasivos saben comprender las necesidades y sueños
de quienes los rodean y respetan su visión de la realidad.
5. Confianza
Un buen líder tiene que tener confianza en sí mismo y en el proyecto que
dirige. Tiene que transmitir seguridad a sus seguidores. Un líder inseguro, no
es un líder, sino alguien dudando de sí mismo.
6. Aprender de los errores
Cuando uno acepta los errores, es consciente de lo que hizo mal y se dispone a
aprender y a no volver a cometerlos.
7. Sentir pasión
Un líder tiene que sentir pasión por lo que hace. Tiene que ser dinámico, ágil;
es un emprendedor en sí mismo. Debe contagiar a su equipo la pasión por lo que
hace.
8. Disfrutar de la presión
Una persona que disfruta del proceso y de la presión por conseguir un objetivo,
transmitirá a los demás optimismo y ganas por conseguir esa meta.
Un líder que transmita desagrado por su trabajo o que se queje todo el
tiempo, será percibido como alguien negativo que no está a la altura de la
misión.
9. Saber delegar
Un buen líder sabe delegar, entrega su confianza a los demás, permitiéndoles
ser un engranaje importante del proyecto, motivándolos emocionalmente a dar lo
mejor de sí.
Alguien que quiera acaparar todo el trabajo y que no dé lugar al
crecimiento de los demás, es un mal líder.
A menudo se comete el error de concentrarse en el tema del liderazgo
efectivo solo sobre la parte que incumbe a las operaciones que requieren de sus
beneficios en el momento que las requiere; es decir, una vez conseguido una
mayor efectividad en las tareas que se desempeñan como líder en ciertas
actividades clave este suele dejarse de lado, en lugar de seguirlo alimentando.
Esto es un problema grave de diseño en muchos planes estratégicos donde
en ocasiones se llega a ver al liderazgo efectivo como pequeñas “explosiones”
para mantener la dirección en ciertas actividades, enderezar el rumbo en otras
o simplemente realizar cambios de alta importancia de vez en cuando.
Para evitar esto se debe de buscar una visión a largo plazo, que permita
que este tipo de liderazgo ofrezca más y mejores resultados a través del tiempo
haciéndolo sostenible.
A continuación, 3 puntos clave para lograrlo.
Establecer metas y
objetivos más allá del corto plazo
Si concentramos toda la energía de un líder en pensar en el corto plazo,
así como en actividades que tengan efectos inmediatos sin pensar en las
repercusiones o efectos que estos puedan tener a futuro es un gran error, ya
que para cuando se quiera definir metas u objetivos en el largo plazo lo más
probable es que este se encuentra desgastado, agotado o con un nivel de
liderazgo menos efectivo al que contaba en un inicio.
Es por esta razón que antes de implementar nuevas dimensiones de
liderazgo al interior de cualquier negocio o empresa es fundamental fijar tanto
los resultados que se esperan en el corto plazo, así como más a futuro.
Pensar y trabajar sobre
soluciones durables
Si bien ciertas situaciones demandan de acción rápida y no permiten
reflexionar mucho sobre las diferentes opciones o alternativas con las que se
cuentan lo mejor al buscar resolver cualquier problemática como líder es pensar
en los efectos de lo que se está haciendo ahora puede tener en el futuro.
Algo parecido al punto anterior donde lo más importante es prever, así
como pensar en lo que puede suceder más allá de lo que está pasando en el
momento.
Se trata en otras palabras de un acercamiento más serio a las
problemáticas que se presenten, buscando siempre que sea posible tomar decisiones
que no solo mejoren la situación en el momento presente, sino que también sirva
como soluciones a futuro.
Delegar
responsabilidades de forma sabia
Otro punto importante para desarrollar un liderazgo efectivo al interior
de cualquier organización o empresa es la delegación de responsabilidades, ya
que esto ayuda a que toda la presión de conseguir resultados (o de trabajar por
ellos por lo menos) recaiga solo sobre un pequeño grupo de personas, o peor
aún, sobre una sola.
Además, también ayuda a liberar cargas de trabajo de los líderes, lo cual
libera tiempo y espacio en ellos para que puedan seguir desarrollando nuevas
estrategias e implementando nuevas técnicas para llegar al éxito.
Insight
Ser capaz de adaptarse a los
cambios, mostrarse proactivo, ser objetivo y saber escuchar son alguno de los
rasgos que tienen en común los buenos líderes.
En una clase magistral que Richard
Boyatzis -autor destacado en inteligencia emocional y liderazgo- impartió en
ESADE para ejecutivos, reunió alguno de los puntos más importantes que debería
tener un buen líder.
Según el autor, “la mayoría de personas que ocupan cargos directivos
acostumbran a no ser muy buenos líderes". Sólo entre un 5 y un 15% de los
líderes actuales son realmente eficaces y ejemplares, señala el autor.
Bibliografía
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